A pesar de que en Barranquilla todo estuvo dentro de lo normal, muchos hinchas que se apostaron en las afueras del estadio Roberto Meléndez desde el día domingo se quejaron porque no pudieron ingresar este miércoles a comprar la boleta para el partido por las Eliminatorias al Mundial de Rusia 2018 entre Colombia y Argentina y todo porque muchos se 'colaron' antes que ellos.
La puesta a la venta se inició a las 9:00 de la mañana y en total eran 9.000 las boletas disponibles para la capital del Atlántico, pero a penas duró hora y media. Cuando uno del personal de logística gritó para decir que las entradas se habían agotado.
Esto molestó a varios de los que estaban en la fila desde el día domingo, ya que de nada sirvió haber llegado con anticipación soportando frío y la alta temperatura para quedarse sin nada.
Uno de ellos es Juan Carlos Céspedes, quien dedicó cuatro días a esperar el momento en que iniciara la venta de entradas. "Cuando abrieron las taquillas uno se alegró porque ya veía la oportunidad de comprar la boleta. Pero mire que cuando ya estaba 'coronando' salen diciendo que se acabaron. Es que hubo mucha gente colada", expresó cuando caminaba a la salida del parqueadero. Se refería a soldados que aprovecharon su investidura para colarse en las filas y poder comprar sus entradas.
Ronald Niño dijo que "desde el domingo estaba aquí y no alcancé a comprar nada. No es justo".
"Hubo mucha gente que no hizo fila y pudo comprar muchas boletas. Así no aguanta", se manifestó José Ocho, otro hincha frustrado que a pesar de haber trasnochado no pudo conseguir una entrada.
Hay que decir que en las taquillas se vendían entre una y tres boletas normalmente, pero hubo funcionarios a los que les vendieron muchas más. Incluso, algunos uniformados estuvieron en las taquillas más de una vez, lo que molestó a quienes tuvieron que hacer la larga fila.
Las boletas para las tribunas norte y sur fueron las primeras en agotarse. Las de occidental y oriental duraron un poco más. En cuanto a las que se dispusieron virtualmente, el gerente de Ticket Shop dijo que entre la medianoche del martes y las siete de la mañana de de este miércoles se vendieron en su totalidad.
EL NEGOCIO
Si bien es cierto que había personas que pretendían comprar una boleta para asistir al estadio, la gran mayoría de los que hicieron fila eran revendedores que querían acaparar la mayor cantidad de entradas posibles.
Fue tan evidente el negocio que tan pronto se anunció que se habían terminado los boletos en taquilla, la calle 46 se convirtió en un centro de negocios improvisado. Los que alcanzaron a comprar empezaron a mostrar los 'abanico' de entradas que tenían en sus manos y de inmediato varios sacaron sus billetes para comprar.
Desde ese momento los revendedores inflaron hasta en un 200 por ciento el precio de la boleta. Las que costaron 60 mil pesos las estaban vendiendo entre 120 mil y 180 mil pesos. No obstante, fueron muchos los que se las compraron porque vieron la oportunidad de hacer un negocio mejor tan pronto se acerque el 17 de noviembre, día del esperado encuentro entre los seleccionados de Colombia Argentina.
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