Es verdad lo que dijo el técnico José Pekerman en la rueda de prensa antes del encuentro con Chile: “con James todo es distinto, con él es otra Colombia”, porque fue precisamente el creativo nacional el que anotó el gol del empate para el 1-1 definitivo con los australes.
El jugador del Real Madrid, todavía lejos de su mejor nivel, se las ingenió para que, en el minuto 67, darle vida a Colombia con un gol que revitalizó al equipo después de que Chile se hubiera ido al vestuario ganando por la mínima diferencia con una anotación, de cabeza, de Arturo Vidal (44’).
Ese tanto de James, tras una magistral jugada de Luis Fernando Muriel, el más incisivo de Colombia hasta ese momento, le cambió la cara a la Selección, que se dio cuenta que sí se podía ganar en Santiago y le creó peligro al conjunto local.
Volvió a aparecer la Colombia del Mundial, esa que no se vio en las dos primeras fechas de la
Eliminatoria. David Ospina fue de nuevo un cerrojo. En el medio del campo Álex Mejía y Daniel Torres le dieron equilibrio; el ingreso de Edwin Cardona le sirvió a James para compartir la responsabilidad creativa y Carlos Bacca le puso velocidad al ataque.
Antes de esta fecha se planteó que Colombia, mínimo, debía lograr 4 puntos, de los seis en juego. Ya hizo la primera parte, ahora le tocará terminar la labor el martes en Barranquilla.
Pekerman y su grupo deberán aprovechar el desgaste de Argentina que jugará hoy con Brasil y tendrá menos tiempo de recuperación. También, las ausencias de sus tres máximas figuras: Lionel Messi, Carlos Tévez y Sergio Agüero.
Colombia no podrá tener a Santiago arias ni a Carlos Sánchez, por acumulación de amarillas. Sin embargo, habrá varios hombres frescos que no actuaron en Santiago como Fredy Guarín, Juan Fernando Quintero, Macnelly Torres, Adrián Ramos y Teófilo Gutiérrez.
Otro dato positivo que dejó el partido de ayer fue que Colombia frenó los cinco triunfos consecutivos que acumulaba Chile como local en eliminatorias. Además, la Selección cafetera acumula dos partidos eliminatorios sin perder en casa de los australes.
Evidentemente fue un partido para volver a creer. Un resultado que llena de confianza a los directivos de la Federación, el cuerpo técnico, los jugadores y los aficionados.
El martes se espera un estadio Metropolitano a rebosar, lleno de positivismo y con la convicción de un triunfo sobre los albicelestes.
Colombia sacó la cabeza cuando tenía el agua al cuello y ahora espera mantenerse a flote para que el puerto final sea Rusia-2018.
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