El triunfo final en el Torneo de las Seis Naciones pasa el sábado por Twickenham, el templo del rugby, donde Inglaterra y Gales se encuentran en la cuarta jornada cuatro meses después de la histórica victoria del XV del Puerro ante el XV de la Rosa en el Mundial.
El duelo del sábado (16h00 GMT) cuenta con todos lo ingredientes. En primer lugar el desafío deportivo; si Inglaterra gana estaría a un triunfo de lograr el Grand Slam por primera vez desde 2003 y casi aseguraría su primer Seis Naciones desde 2011 -lograría el título si Francia no gana a Escocia el domingo-.
Sería la consagración de su seleccionador, el australiano Eddie Jones, fichado tras el fiasco de Inglaterra en el Mundial que organizó -eliminación en la fase de grupos por primera vez para la selección británica y para un país anfitrión-.
Pero Gales también se juega muchas cosas. No puede soñar con el Grand Slam (empató ante Irlanda en la primera jornada), pero un triunfo casi le aseguraría su primer Seis Naciones desde 2013, salvo improbable derrota contra Italia la próxima semana.
Ganar en 'Twickers' y terminar con el sueño inglés es algo que los galeses conocen bien. Ocurrió el pasado 26 de septiembre, cuando el XV del Puerro ganó 28-25 en la fase de grupos con un equipo muy mermado físicamente y a pesar de contar con una desventaja de diez puntos a 20 minutos del final, precipitando la eliminación del anfitrión, confirmada una semana más tarde.
FRANCIA APURA SUS OPCIONES
El partido quedó marcado por la famosa decisión del capitán inglés Chris Robshaw. Tras una falta optó por buscar el ensayo -y la victoria- en lugar de tirar a palos, lo que podría haber supuesto el empate.
Además regresará a Twickenham el árbitro sudafricano Craig Joubert, cuatro meses después de su polémica decisión de señalar un penal que sirvió para que Australia eliminara a Escocia de cuartos del Mundial (35-34).
El XV del Cardo ganó a Italia (36-20) en la última jornada, la primera victoria en el Seis Naciones del seleccionador Vern Cotter desde que se hizo cargo del equipo hace casi dos años.
Buscará confirmar su buen momento el domingo (15:00 GMT) ante Francia, que perdió hace dos semanas ante Gales (10-19), su primera derrota desde que Guy Novès se convirtiera en seleccionador tras un Mundial desastroso.
Los Bleus buscan en la recta final de la competición asegurar una plaza en el podio por primera vez desde 2011. Reciben en la última jornada a Inglaterra y confían en llegar con alguna posibilidad de lograr el título.
Irlanda, que en un mes ha perdido las opciones de proclamarse campeón por tercera vez consecutiva, buscará su primer triunfo el sábado (13:30 GMT) en casa ante Italia, que tiene todas las papeletas para lograr la cuchara de madera.
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