El barrio La Candelaria se alistó ayer para celebrar el título de su ídolo Wílmar Barrios con el Boca Juniors.
Pero allá en el barrio El Socorro de la Comuna 13 de Medellín también hubo fiesta para ver celebrar a su ídolo Juan Fernando Quintero con el River Plate.
Dos barrios de Colombia en ciudades distintas tenían la fiesta preparada para festejar el título de la Copa Libertadores 2018, en un escenario distinto, pero emblemático, el estadio Santiago Bernabéu.
Toda La Candelaria y Cartagena le hacía fuerza y le enviaba energías positivas a Wílmar para que se mostrara en el templo del Real Madrid, equipo que aspira a tenerlo en el 2019.
Pero no hubo tal festejo. Barrios desafortunadamente fue expulsado en el minuto 2 del alargue. Una expulsión injusta, que no ameritaba ni la amarilla ni la roja.
Entonces todo se desplomó para la hinchada de Boca, porque entró en el segundo tiempo Quintero y le cambió la cara al partido.
Con un zurdazo mágico, al minuto 110 de la prórroga, Quinterito desequilibró un encuentro que estaba igualado 1-1 para poner a ganar a River 2-1.
El pequeño miro la trayectoria del balón y tras observar que se anidaba en la red del golero Esteban Andada se paseó erguido en el Bernabéu festejando el gol que sellaba el triunfo de River.
“Quintero toca el cielo en Madrid”, tituló de inmediato la agencia EFE, refiriéndose al brillante juego del antioqueño y su magia para sacar ese zapatazo. El periódico Marca de España titulo: “Quintero, de Madrid al cielo”.
En verdad, fue una joya de gol que el colombiano le regaló al Bernabéu, un escenario acostumbrado a ver los recitales de Messi. Esta vez fue Quintero el que dejó su huella indeleble. Y a partir de ahora, todos los reflectores apuntarán hacia el pequeñín del barrio El Socorro de la Comuna 13, que ayer se rindió a los pies de su ídolo.
El talento exhibido por Quintero daba para ser elegido el jugador del partido. Pero no. Recibió el trofeo de juego limpio.
River, de la mano de Quintero, celebró a conquista de su cuarta Copa.
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