Esta historia es opuesta a la del Real Cartagena. Con poco muchas veces se hace mucho si se juega con corazón, entrega y compromiso.
“Ya no se gana de camiseta, en el fútbol hay que meter y correr y con eso en muchas ocasiones alcanza para ganar”. Esta fue la frase de Carlos Salazar, volante del Unión Magdalena que el pasado domingo hundió al América de Cali en la B y abrió una gran opción de regresar al fútbol élite de Colombia.
Salazar silenció El Campín de Bogotá, que en sus tribunas tenía a más de 15 mil aficionados del equipo 'escarlata'. Ese 1-0 fue suficiente para el triunfo 'bananero', al que se le observó personalidad, dinámica y muchas ganas.
El plantel samario fue uno de los últimos equipos en llegar a Bogotá, sede de los Cuadrangulares Ascenso. No hizo contrataciones de renombre y mucho menos acordó premios económicos con los jugadores para este torneo.
Saith Férez, periodista de Al Día Santa Marta, dijo que este equipo no tiene patrocinadores y vino con poca expectativa porque prácticamente era un onceno nuevo, que se reunió en Bogotá solo 10 días antes del inicio del torneo. “El éxito ha sido las ganas que le han metido los jugadores. Han ganado los dos partidos corriendo, pese a tener una corta preparación. Cuando se le mete corazón cualquier cosa puede pasar”, sostuvo el comunicador.
Al Unión llegaron Miguel Solís (arquero), 'Conejo' Jaramillo (volante), Luis Ferney Ríos (delantero), Miguel Vargas (portero), Carlos Peralta (atacante) y Argemiro Vacca (lateral). Poco se daba por ellos, como quiera que a excepción de Jaramillo a los demás no se les conoce una gran trayectoria. Pero les rindió y ahí están peleando por ese cupo mañana, cuando se me midan a Cortuluá para definir cuál de los dos será nuevo inquilino en la A.
Andrés Felipe Barón, cartagenero que se desempeña como defensa centro. Viene de Real de la sub-20.
Faltó compromiso
A los jugadores del Real, que le brindaron todas las herramientas en este torneo, les faltó compromiso con la institución. En la cancha no sudaron la camiseta como se esperaba, sobre todo las caras nuevas: Juan Galicia, Amílkar Henríquez, Luis Sánchez, Héctor Murillo, Diego Álvarez y Wilmer Parra Cadena.
Gracias a la trayectoria varios de ellos firmaron contrato por un año con buenos sueldos, pero lastimosamente estuvieron muy por debajo de lo esperado.
Cuerpo técnico y directivos se equivocaron y no atinaron en las contrataciones.
La inversión del Real fue alta en este cuadrangular y el club, que estaba muy débil en la parte económica por la falta de patrocinadores, ahora quedó peor. Eso hace que el panorama del Real luzca incierto para la Liga Águila.
El plantel cartagenero exhibió en la cancha poca ambición y entrega, de ahí los pésimos resultados y temprana eliminación. Eso tiene a la hinchada heroica sumida en una gran tristeza.
Los equipos que aún están peleando cupo para ascender se les vio enormes deseos, ganas, compromiso, con algo de orden táctico y efectividad arriba. En busca de ese tiquete a la A están quienes mejor han hecho las cosas: Cúcuta y Quindío por el Grupo A y Unión Magdalena y Cortuluá por el Grupo B.
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