Esta vez había una motivación extra: ver el debut de David Ferreira, el experimentado jugador (38 años) que regresaba a Real Cartagena, ese mismo club que lo lanzó al estrellato hace casi dos décadas.
En el estadio Jaime Morón León, ante el Boyacá Chicó, en una fecha más del II Torneo Águila, Ferreira se puso la número 10 nuevamente con el compromiso de ser el líder y conductor del equipo en la zona medular de los “auriverdes”.
Y sí que ayudó en la elaboración de juego a un Real que antes de mitad de cancha en adelante tenía una producción casi nula.
Con David, Real puso la pelota al piso y desde atrás, gracias a la buena visión del samario, el local generó peligro.
Ferreira llenó de confianza a los pupilos del técnico José Fernando Santa. Jugados 35 minutos de la primera parte, Real había originado unas cuatro o cinco ituaciones de gol, además de tener casi en su totalidad el control del balón.
El volante ofensivo también recibió pierna fuerte y, además, finalizó un poco agotado al termino de una primera parte, en la que él fue protagonista por la finura, calidad y precisión de sus pases.
Chicó, por su parte, inquietó en el inicio con un par de opciones luego de fallas defensivas del Real. Con el 0-0 terminó la primera parte.
En el complemento, Ferreira se fue diluyendo con el paso de los minutos y con eso Real bajó su producción en la segunda mitad.
A lo 70 minutos, Carlos Díaz sacó un fuerte remate afuera del área y marcó el 1-0 a favor del visitante.
A los 82, David vio su segunda amarilla y Real se quedó con 10. El público terminó aplaudiendo al samario que tuvo un buen primer tiempo.
Mientras Ferreira tuvo oxígeno, Real jugó medianamente bien, pero apenas se le acabó el equipo se nubló.
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