“La Negra” Goya llora y llora la partida de su gran amigo “Rocky” Valdés. Ahí, parada al frente del féretro, le dice una y otra vez: “por qué te me fuiste campeón, por qué”.
Gregoria Simancas fue una de las grandes amigas de Rocky, ese gran ídolo del boxeo colombiano que ayer fue sepultado en el cementerio Jardines de Paz de Cartagena.
Ella, al igual que miles de cartageneros, no se podían perder el último adiós de aquella persona que tanta gloria le dio al deporte nacional en la década de los 70.
Suda bastante, el tumulto de gente hace que la respiración se dificulte en la funeraria Lorduy, en donde se alcanza a divisar, entre otros, a importantes boxeadores en el pasado como Miguel “Happy” Lora, Bernardo Caraballo, Rubén “La Cobra” Valdés yJesús “Cuchilla” Geles.
Ella mira el ataúd una y otra vez como queriéndose meter ahí dentro para abrazar a su amigo del alma, ese que partió de este mundo de forma repentina dejando un profundo dolor en los corazones de los colombianos.
“Mira a ese que tú ves ahí dentro fue un hombre bueno y noble. A él no le gustaban las injusticias ni los atropellos. Costantemente nos visitaba en el Mercado de Bazurto, nosotros éramos su segunda familia. A mí me compraba siempre pescado, el bocachico era su preferido”, comenta “La Negra”, una palenquera de 64 años que desde los 12 vende pescado en esa plaza de Cartagena.
Pesa unos 100 kilos y lleva puesto un delantal, el mismo que utiliza en la Avenida El Lago, en donde se rebusca diariamente. Gregoria no deja de llorar, siente en lo más profundo de su ser la partida del campeón.
“Mira ella llora porque Rocky era el defensor de nosotros los pobres. Al mercado llegaba a ayudar a todos, hasta los gamines que se encontraban ahí, quienes los mandaba a bañar, le daba ropa y comida”, agrega Denis Maza, amiga de “La Negra” en momentos que el ataúd era levantado por familiares y amigos para llevarlo a su última morada.
Pero antes, el cuerpo de “Rocky” fue llevado al Mercado, en donde una multitud lo estaba esperando para darle el adiós que se merecía. Ahí, vendedores de pescados, verduras, frutas y otros le dieron la despedida a aquel que le ganó al hambre y la pobreza y a punta de puños sacó a su familia adelante.
José Godoy, uno de sus entrenadores, acompañaba la caravana. Confungido por el dolor apenas alcanzó a decir: “Como su entrenador que fui le exigía bastante porque quería que fuera lo mejor, como lo fue. Crecimos juntos vendiendo y escamando pescado. Fui su amigo y consejero”, agregó entre sollozos.
De repente se escuchó un grito en plena plaza del mercado. “Yo fue el que cargué a ‘Rocky’ cuando venció al norteamericano Bennie Briscoe, mira, aquí está la foto”, afirmó lleno de orgullo Gonzalo García, sparring y otro de los grandes amigos de Valdés.
Luego de tremendo trancón en el mercado de Bazurto, la caravana siguió con el cuerpo de “Rocky” por el barrio Olaya Herrera y después rumbo al cementerio Jardines de Cartagena.
A la 1:30 de la tarde, el campeón de la humildad llegó al sitio en el que sería sepultado. Lágrimas por montón acompañaron el ataúd cuando descendia para la cristiana sepultura de ese hombre bueno y noble querido y amado por todos los cartageneros.
Él siempre supo de dónde vino, nunca se olvidó de su esencia. Sus puños lo llevaron a la gloria, pero él siempre regresó a su mercado de Bazurto, en donde vivió los días más felices de su vida.
¡Hasta siempre campeón!
Grado de Caballero
Por iniciativa de la senadora bolivarense, Daira Galvis, el Senado de la República rindió tributo póstumo al ex campeón mundial, Rodrigo Valdés. Galvis, vicepresidenta del Senado, aseguró: “a Rocky se le otorgó el Grado de Caballero por dejar en alto los nombres de Colombia. Se fue un gran hombre".
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