Ser un escalador no se compra, se aprende o se copia; es un privilegio que pocos tienen. Roller Diagama no lo pidió, ya venía con él incorporado, y como al que le caen limones del cielo debe aprender a hacer limonada, él busca sacarle provecho al poder de sus piernas sobre las bielas.
El 13 de septiembre de 1994 nació en Tunja el pedalista colombiano, que en la actualidad pertenece a la escuadra del Movistar Team América, que la semana anterior fue presentado en Bogotá, y que buscará estar en las competencias nacionales e internacionales.
Diagama trae el sello de garantía. El solo hecho de nacer en la tierra que ha dado tantos escarabajos ya le da un voto de confianza. Es por eso que a sus 20 años está todo por hacer, y uno de los mejores equipos de Colombia y el mundo lo firmó para que comience a crecer y dentro de poco ratifique su fama de escalador.
"Esta es una gran oportunidad para mí, por eso tengo dentro de mis planes entregar lo mejor. Hay que trabajar duro, y sé que ponen la confianza en mi trabajo y debo responder bien”, asegura Diagama, quien todavía refleja esa nobleza característica del ciclista colombiano, y la juventud que hoy lo confirma como un diamante a pulir.
Al hijo de don Martín y doña Fabiola desde niño le gustaba la bicicleta de su hermano Jhonatan, y sin que se diera cuenta, una y otra vez la tomó sin permiso. Lo que pocos se imaginaron es que aquellas diabluras propias de un chico de Tunja fueran a definir lo que él sería a futuro.
“Yo tenía como diez años cuando competí en mi primera carrera. Recuerdo que fue en el aguinaldo boyacense. La verdad, tenía miedo, pero también muchas ganas de competir, saqué fuerzas de donde no tenía y terminé ganando. Así comenzó este sueño por ser el mejor ciclista”, explicó Roller, quien a partir de ese momento no volvió a separarse de su fiel compañera: la bicicleta.
Hace dos años le dieron la que seguramente ha sido la mejor noticia de su carrera. El Movistar decidió reclutarlo al conocer su talento sobre el ‘caballito de acero’ y lo integró como prospecto de esta disciplina.
“Ha sido muy lindo, pero las oportunidades hay que aprovecharlas, por eso debo trabajar duro y hacer las cosas bien”, dijo Roller, quien antes de vestirse con el azul de su equipo tuvo que demostrar en varias escuadras locales que tenía las piernas del campeón.
“Estuve en el equipo prejuvenil de la Epsa, tuve la oportunidad de estar con varias alcaldías, entre ellas la Tunja, y posteriormente la gobernación, ese fue mi camino para recibir la oportunidad de estar en este gran equipo”, dijo el escalador.
Su hoja de vida es cada vez más nutrida, sus piernas cada vez tienen más kilómetros y poco a poco su fama como devorador de montañas se hace más grande. Las vueltas a Boyacá, Antioquia y Santander, además de las clásicas a Duitama y la Salesiana, son algunas de las pruebas entre el 2013 y 2014 que hicieron parte de su calendario, y donde comprobó por qué tiene futuro.
APRENDIENDO DEL MEJOR
Roller Diagama tiene un privilegio que pocos se pueden dar, pues cuenta con la oportunidad de compartir con el que para muchos es el mejor escalador del mundo. Además de ser un compañero, Nairo Quintana se ha convertido en socio y amigo.
“Lo cierto es que tenemos una buena amistad, he tratado de aprenderle todo lo que él sabe, es un gran deportista y excelente persona”, afirmó Roller con toda la sencillez del mundo y sin ninguna sombra de orgullo asegura que Nairo lo llama para entrenar.
“La verdad es que cuando viene siempre me dice que trabajemos, y es algo que me llena de mucho orgullo. He tratado de aprenderle la disciplina y la forma tan entregada en la que siempre está trabajando. Yo lo admiro mucho y mi sueño es ser algún día como él”, dijo el pedalista boyacense, quien durante este 2015 ya puede decir que pedaleó durante cinco horas cuando el corredor nacional se preparaba para encarar el Tour de San Luis en Argentina.
Ese es Roller Diagama, quien a sus escasos 20 años ya hace cola para algún día remplazar a su ídolo Nairo Quintana.
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