Cuando niña solía jugar a las muñecas con sus amiguitas del barrio Cañito en su pueblo Soplaviento.
Qué tiempos aquellos. Era una niñez linda, de inocencia, pero también de respeto. Así fue creciendo, con una alimentación rica en fósforo, por eso su brazo derecho hoy es uno de los más portentosos del sóftbol colombiano.
Vianys García recuerda aquellos instantes que la hicieron enamorarse del sóftbol. Desde que se puso la manillita y cogió la bola sabía que este deporte la aclamaba. De inmediato comenzó a exhibir ese talento innato.
En un campo abierto, con un sol abrumador, allí bajo la batuta del entrenador Jaime Amor, Vianys fue desarrollando sus cualidades.
“Desde que me la entregaron para que la enseñaba sabía que iba a ser grande en este deporte. Y no me equivoqué”, asegura el avezado entrenador soplavientero, forjador de toda esta camada de jugadoras que hoy hacen parte de la selección Colombia de Sóftbol Femenino.
“Yo jugaba en la calle y mi abuelo José María Pérez, quien es mi padre a la vez, me observa. Un día me dijo: vamos donde Jaime para que te entrene. Así comencé en este hermoso deporte, al que quiero y amo”, recuerda Vianys.
Ejemplo de superación
Una gran cantidad de trofeos, medallas y pergaminos adornan el apartamento de Vianys en Soplaviento.
“Esta es mi casa”, dice con gran sentimiento. Este apartamento lo he construido con mi sudor, con la ayuda de Dios”.
Vianys es un ejemplo de superación. No se amilana ante nada. En el 2015 recibió uno de los trofeos que más guarda en su vitrina. “Fui galardonada en Bogotá como la mejor softbolista de Colombia, al lado de grandes luminarias como Caterine Ibargüen, Mariana Pajón y Nairo Quintana. También fui premiada como la mejor sofbolista en el 2015 por Acord Bolívar”.
Contrario a otras deportistas, Vianys se ha ido superando, por eso la pregunta.
¿Qué estudió usted?
-Soy Tecnóloga en Cultura Física, Recreación y Deportes. Y estudio licenciatura en Educación Física en la Universidad de Pamplona. El año que viene me gradúo. Siempre he querido superarme, por eso estudio y me dedico a mi deporte.
¿El título que más le ha llegado al corazón?
-Cuando conquistamos el Sudamericano de Sóftbol Femenino. Fui la Jugadora Más Valiosa, también me gané el trofeo como la lanzadora de mejor efectividad.
¿Cuál es su mejor lanzamiento?
-La recta dura pegada. Con ese lanzamiento siempre me la juego y me ha dado buenos resultados.
¿Hay algo en especial que le cambió la vida a Vianys?
-Sí. La llegada de mi hijo Yegenys Llerena. Gracias a él supe qué es ser madre. Tener un hijo es lo mejor que le puede pasar a una mujer. Mi hijo es mi fuerza, mi motor, mis ganas de seguir adelante, en otras palabras es mi vida, el dueño de mis triunfos.
¿Qué le ha dado el sóftbol?
-Todo lo que soy se lo debo al sóftbol. Es el deporte que me ha dado a conocer internacionalmente. ¿Y sabes qué es lo más lindo? Que lo quieran y admiren a uno, con respeto.
El apoyo de la familia ha sido determinante, me dicen...
-Sí. Mi mamá desde niña me apoyó en todo. Para uno poder hacer realidad sus sueños, además del talento y el sacrificio, necesita el apoyo de la familia.
Un consejo para las nuevas jugadoras de sóftbol...
-Que sueñen, que trabajen duro con disciplina y respecto. Si tienes cualidades las cosas se van dando con el tiempo. Pero como te dije, la familia es importante para hacer realidad los sueños.
La líder
Vianys es una mujer de retos. Una líder que se hizo con sacrificio. A sus 31 años (nació el 17 de noviembre de 1985) cree que está en la plenitud de su carrera como softbolista.
Cuando sale a lanzar lo hace con solvencia. Su sola presencia inspira confianza al equipo de Bolívar y de Colombia.
El mánager Omar Franceschi la define como “una lanzadora guapa, de empuje, que no se amilana”.
A decir verdad, Vianys vive entre dos amores, su hijo y el sóftbol.
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