Son muchos los retos que enfrenta la industria petrolera en la actualidad. Los continuos ataques terroristas a la infraestructura de transporte del crudo tienen en caída la producción, generando pérdidas por $1 billón en lo que va corrido del año.
El nuevo presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), Francisco Lloreda, cuestionó los recientes ataques y advirtió que "con o sin acuerdo con las Farc y el ELN, la industria requiere condiciones para operar".
Lloreda enfatizó en que uno de los retos que tiene el sector en los próximos años es mejorar las condiciones de seguridad y hacer menos vulnerables las condiciones de transporte de hidrocarburos, por lo que pidió al Gobierno Nacional sumar esfuerzos en esa dirección, pues -dijo- en los últimos años los ataques han aumentado.
En 2012 se registraron 151 ataques, el año pasado 228 y en lo que va del 2014 la cifra asciende a 97, los cuales, según Lloreda, han tenido un mayor impacto, afectando no solo las cuentas de la industria, sino causando daños ambientales y a la sociedad civil (Lea aquí: Pérdidas de 522 millones de dólares por ataques a la industria petrolera en 2014).
La preocupación deriva además en que la industria petrolera aporta al país unos $32 billones por concepto de regalías ($8 billones) e impuestos ($24 billones), por lo que desde la ACP le piden al Gobierno un plan de largo plazo para el fortalecimiento del sector en distintos frentes.
El aumento de las reservas probadas, que a la fecha se estima alcanzan para seis años, es otro de los retos que se ha trazado la ACP, para lo cual, según indicó Lloreda, será necesario avanzar en la exploración de nuevos pozos hasta alcanzar 230 por año, durante los próximos cinco años.
A este se suma el otorgamiento de las licencias ambientales, en donde la Asociación busca que cada vez sean menores los tiempos que tarda el proceso y hacerlo más expedito, sin dejar de lado la rigurosidad.
Así mismo, la implementación de las consultas previas que según explicó el nuevo presidente, en muchos casos son utilizadas como instrumento de presión y chantaje; y la lucha contra el contrabando de combustibles también hacen parte de los desafíos.
De este modo, con la llegada del dirigente, la agremiación busca superar los cuellos de botella que aquejan al sector, atraer mayor inversión y continuar aportando al crecimiento de la industria.
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