Cuando se habla de tratados de libre comercio, de acuerdos y de alianzas como la del Pacífico, no todos en Colombia están contentos. Los que más se sienten desprotegidos y desmotivados con el actuar del Gobierno Nacional son los representantes del agro colombiano, quienes dicen que poco los han tenido en cuenta en dichas negociaciones.
Rafael Mejía López, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, dijo ayer a este diario que tal es el grado de inconformismo del gremio agrícola con el proceder del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo que ellos ya no hacen parte de ninguna negociación con Perú, Chile y México porque la Alianza con esos países es una negociación política y no comercial.
"El Ministerio no ha cumplido con las promesas al agro, abolió de tajo todas las franjas de precios haciéndonos más vulnerables, además Colombia no va a tener beneficios de ningún tipo ante la Organización Mundial del Comercio, así el ministro (Santiago Rojas ) diga lo contrario", sentenció Mejía.
Indicó además que productos como leche y sus derivados, aceite y sus derivados, arroz, maíz, fríjol y azúcar se verán afectados dramáticamente con estos países del bloque Pacífico y simplemente el Gobierno no los escuchó y les pasó por encima de sus necesidades.
Sin embargo, respecto al TLC con Corea, por ejemplo, dijo que es algo bueno para el país porque es una oportunidad de aumentar las exportaciones colombianas agrícolas hacia esa nación. En el caso de Japón, "las negociaciones están lentas y con China, al Gobierno Nacional le ha dado miedo seguir negociando, pero no es solo firmar un Tratado de Libre Comercio, hay que brindarle más competitividad al país", comentó.
Por eso cuestionó que cuando se negociaba el TLC con Estados Unidos en 2006, se hicieron varias promesas a nivel de infraestructura, transporte terrestre y fluvial, aeropuertos, infraestructura productiva, investigación, ciencia e innovación "pero hasta ahora no se ha hecho nada, el Gobierno no ha cumplido en ningún punto, algo muy preocupante porque en los últimos años es muy poco lo que se ha avanzado".
Por eso los anuncios de partidas por 26,6 billones de pesos para las Autopistas de la Prosperidad, el presidente de la SAC dijo que hasta que no se vean las obras no creerá en nada, todo el desarrollo del país se ha quedado en promesas pero a nivel de ejecución es muy poco lo que hay para mostrar.
Precisamente ayer, los productores de maíz, frijol, soya, trigo, cebada, avena representados por el gremio de cultivadores de cereales y leguminosas Fenalce, expresaron su inconformismo con el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rubén Darío Lizarralde Montoya, porque según ellos no le interesa en lo más mínimo la seguridad alimentaria de los colombianos.
"Venimos soportando el peor escenario de precios bajos del último cuatrienio a nivel nacional e internacional y nos hemos cansado de solicitar reiteradamente del Gobierno Nacional la aplicación de medidas contracíclicas compensatorias para paliar esa coyuntura de los TLC en la actual cosecha. Solo recibimos promesas de campaña, pero que no sea demasiado tarde cuando ya todos estemos fuera del mercado", reseña el gremio cerealero en un comunicado.
Inversión extranjera
Otro termómetro que mide el poco apetito de inversión local y foránea por el agro colombiano es el volumen de inversión extranjera, que solo en 2013 llegó a 144 millones de dólares. Si bien han ingresado algunas empresas extranjeras estas solo lo han hecho con la compra de acciones de empresas existentes pero no con inversión nueva. "Hasta que no exista una política agraria de Estado, respecto a la tenencia de la tierra y solucione la seguridad jurídica, no habrá inversión en el sector", puntualizó Mejía.
Finalmente, en el tema de la actual tasa de cambio con un dólar fuerte, el presidente de la SAC explicó que es reflejo de las decisiones de la Reserva Federal de E.U. pero también por los masivos retiros de capital que sacan de Colombia, sobre todo, por la desconfianza inversionista que brinda el Gobierno Nacional.
MISIÓN PARA SALVAR A LA AGRICULTURA
Desigualdad de oportunidades, grandes brechas de pobreza, alta concentración de la propiedad de la tierra y baja capacidad institucional son solo algunos de los problemas que identificó el Consejo Directivo de la Misión para la Transformación del Campo Colombiano, iniciativa liderada por el economista y político José Antonio Ocampo a petición del presidente de la República, Juan Manuel Santos. Esta semana se dio inicio a la misión que al final de este año presentará un documento base con una serie de propuestas que ayuden a definir lineamientos de política pública en materia de desarrollo rural para consignarlos en el próximo Plan Nacional de Desarrollo.
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