La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) presentó este viernes algunas propuestas para la actual reforma tributaria estructural, que se tramita en el Congreso de la República, las cuales permitirán aumentar el recaudo sin afectar la competitividad.
La ANDI es consciente de la necesidad de implementar una reforma para la estabilidad macroeconómica del país, ya que se requiere de una solución inmediata para el déficit de siete billones de pesos proyectado para el 2017 y mantener la calificación de grado de inversión de Colombia.
El sector empresarial ha hecho énfasis en algunos aspectos que se deben corregir, porque de lo contrario se perderán años de desarrollo y se verá seriamente lesionada la competitividad del país frente a competidores directos de la Alianza del Pacífico como Chile, Perú o México, o países miembros de la OECD.
“Las alertas que ha venido haciendo la ANDI tienen que ver especialmente con el 'Bloque de Competitividad', entendido como el impuesto de renta, más el propuesto impuesto sobre dividendos y la renta presuntiva. Por su parte, para efectos de análisis, dentro del Bloque de Competitividad actual se debe incluir Renta, el CREE y su sobretasa”, indicó el gremio en un comunicado.
Según resaltó la ANDI, el Bloque de Competitividad actual para el 2017 es de 42,1 %, la propuesta lo lleva a 44,8 %; el Bloque de Competitividad actual para el 2019 y en adelante es de 34 %, la propuesta lo lleva a 38,8 %.
“Es decir, por un lado, las tasas compuestas del Bloque de Competitividad son mayores a las actuales, y por el otro las tasas de renta de 39 % para el 2017, 36 % para el 2018 y 32 % son significativamente mayores a las de otros países; el promedio de la OECD es de 24,8 % y el de la Alianza del Pacifico 28 %. Como se ve, no estamos logrando niveles competitividad que requiere Colombia frente al mundo”, indicó.
La ANDI resaltó que “si bien es cierto que el impuesto de renta lo pagan las empresas y los impuestos sobre dividendos los pagan los accionistas, la fuente generadora de los ingresos es la misma (la empresa), por eso es un hecho irrefutable que las decisiones de inversión se basen en el Bloque de Competitividad. Negarlo puede implicar un error histórico importante, ya que es ésta la oportunidad que el país ha esperado por años para solucionar los problemas de competitividad que ha tenido en razón de sus exorbitantes tasas de impuestos para los empresarios formales. Además, así fue prometido desde el trámite de la reforma del año 2014”.
También señaló que en materia de inversión extranjera, la propuesta de reforma plantea un gran retroceso, ya que el Bloque de Competitividad siempre será cobrado en su totalidad, poniendo en peligro programas de inversión de la industria, de la exploración petrolera Off Shore, la inversión en el sector minero, el programa de inversión en sector de infraestructura y los nuevos desarrollos de la agroindustria a mediana y gran escala en zonas rurales.
“Hacemos un llamado al Gobierno y al Congreso para que aprovechemos esta oportunidad y construyamos una estructura tributaria que nos permita competir frente al mundo como destino de inversión y con productos hechos en nuestro país”, resaltó en un comunicado.
Algunas de las propuestas presentadas son las siguientes:
1. Ampliar el Monotributo a los trabajadores independientes.
2. Restringir al máximo el acceso al régimen simplificado de IVA.
3. Masificar uso de factura electrónica y optimizar los sistemas informáticos, para realizar cruces de información que permitan una mejor fiscalización.
4. Incentivos a los contribuyentes por exigir las facturas con el lleno de requisitos, en las compras de bienes o servicios. Por ejemplo, minutos de celular por factura registrada ante la DIAN, o reducción de impuestos al momento de la compra por presentación de facturas de compras anteriores.
5. Beneficio de auditoría por aumento en la declaración de renta siguiente en un porcentaje a definir, por encima de la inflación. También por pagos anticipados en cualquier impuesto.
6. Eliminar los regímenes especiales de frontera.
7. Castigar ejemplarmente prácticas como la compra o venta de facturas, o la alteración de sistemas de facturación.
8. Realizar programas de fiscalización masivos, acompañados de un procedimiento expedito y ágil para obligar a los contribuyentes omisos, a pagar sus impuestos.
9. Aumentar los controles y fiscalizaciones en los sectores proclives a la evasión.
10. Utilizar la información del Gravamen a los Movimientos Financieros, para programas de fiscalización para controlar la evasión.
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