Un reciente informe de la Universidad de La Sabana sostiene que la Reforma Tributaria es resultado de la ineficiencia administrativa del Gobierno en el manejo de las finanzas públicas del país y que afectará seriamente el poder adquisitivo de los colombianos.
Para Ana María Olaya, directora del programa de Economía y Finanzas y quien realizó el informe, pese a que las cifras de la economía evidencian que el Gobierno requiere recursos adicionales para cumplir con los gastos, esta coyuntura no justificaba realizar una reforma que sólo se fundamentó en la caída de los precios del petróleo. “Esta justificación es descarada”, dice.
Según el documento, la reforma tributaria es regresiva e incrementará la desigualdad económica en el país.
A pesar que el concepto de la Comisión de Expertos reconocía que Colombia ha presentado tradicionalmente elevados índices de pobreza y uno de los mayores niveles de desigualdad en el mundo, lo que demanda esfuerzos de parte de la política fiscal para mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos, la propuesta de reforma que está vigente va en contravía de la reducción de la pobreza.
Para Olaya entre los ‘micos’ de esta reforma sobresale el incremento de la tarifa del IVA, el cual tendrá un efecto directo sobre el aumento de los precios de los productos que pagan este gravamen.
“Recordemos que alrededor del 60% de los productos de la canasta familiar pagan IVA, entre ellos: ropa, calzado, harina, azúcar, café, aceites, cereales, productos de panadería, embutidos y carnes procesadas, muebles y electrodomésticos, entre otros”, señala Olaya.
Servicios como la telefonía móvil y las comidas rápidas también pagan este impuesto y se verían seriamente afectados. Este gravamen, agrega el informe, perjudica en general a toda la población, pero su principal impacto lo sentirán las personas que tienen menores ingresos por el impacto porcentual sobre su salario.
El documento enfatiza que, si se suma la inflación que fue del 5,7% más el aumento del IVA, que pasó del 16 al 19%, la caída del salario real de los colombianos será aún más preocupante. "Sin ejercicios numéricos complejos, es fácil visualizar el impacto de un aumento en los precios sobre un salario de entre $10 y $15 millones pesos y el impacto sobre un salario mínimo o un sueldo de $1 millón de pesos", sostiene la directora del programa.
Asimismo, asegura que el consumo de los colombianos disminuirá, debido a que el salario real se reduce significativamente. Unido al reciente incremento de las tasas de interés y a la política fiscal contractiva, la demanda en el país registrará una desaceleración importante que se verá reflejada en un menor crecimiento de la economía.
El informe sostiene que el Ministerio de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, se equivocó al no realizar una planificación acertada, previendo una caída de precios internacionales que por lógica podía presentarse después de un comportamiento atípico en éstos; y que el alto funcionario desaprovechó la época de bonanza de los recientes años pasados cuando le economía presentó un crecimiento moderado.
¿Dónde están esos recursos que el Gobierno obtuvo en la época de las vacas gordas?”, se pregunta Olaya.
La experta, también menciona que Colombia se encuentra sumergida en una situación de atraso en infraestructura (según el Foro Económico Mundial, el país ocupa el puesto 84 en términos de infraestructura a escala global, el 14 a nivel del continente y el 10 en América Latina) y la cobertura en salud pese a que ha mejorado, aún sigue siendo muy precaria (la OIT indica que en salud la cobertura se ubica en el 90%, sin embargo enfatiza que los servicios en esta materia siguen siendo muy malos).
En conclusión para la directora del programa de Economía y Finanzas los colombianos inician el 2017 con una reforma tributaria para solventar el hueco fiscal consecuencia de la corrupción e ineficiencia en el manejo de los recursos públicos.
“¿Cómo llegamos a esta situación, cuando hace poco el Gobierno festejaba por el período de auge con precios altos de los commodities?, ¿No es acaso vergonzoso que el Presidente Juan Manuel Santos y su Ministro de Hacienda justifiquen su reforma con discursos para niños de kínder?”, cuestionó la académica.
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