Llegó septiembre, mes en el que las empresas comienzan a hacer su presupuesto para el próximo año. Para su realización, tenga en cuenta que las proyecciones en materia de crecimiento apuntan a una expansión de 4,8%; inflación de 3,2% y una tasa de cambio para final de año de $2.032,9.
Las cifras de 2015 serán similares a las proyectadas para el cierre de este año. El Banco de la República, en su último informe de inflación, señala que para el próximo año se prevé un buen desempeño de la producción nacional, aunque menor al proyectado para este año, que es de 5%.
Por sectores, se espera un menor consumo del Gobierno y que la construcción siga liderando la expansión, aunque en menor medida.
En materia de inflación, el promedio de los analistas nacionales, de acuerdo con el informe del Emisor, arroja una variación de 3,2% en 2015, igual que en 2014. Hay que tener en cuenta que de presentarse este año el fenómeno de El Niño, los efectos se verían a principios del próximo, aunque serían transitorios.
Los principales riesgos del próximo año al interior del país serían los menores precios del petróleo, de acuerdo con Andrés Pardo, director de investigaciones económicas de Corficolombiana. A nivel internacional, la volatilidad vendría por la normalización de la política monetaria en Estados Unidos.
El Banco Central apunta a que la Reserva Federal comience a subir las tasas en el segundo trimestre del próximo año. Pardo dijo, sin embargo, que los efectos podrían comenzar a sentirse en los mercados hacia finales del primer trimestre, “con lo que la tasa de cambio puede subir bastante y dólar podría llegar a niveles superiores a $2.050”. Para final de 2015, los analistas proyectan que la divisa llegue a $2.032,9.
En materia de tasa de interés repo, se espera que cierre 2015 en 5%, pero se presentarían cambios hacia arriba o abajo en lo corrido del año.
Haga sus cálculos para el próximo año con tiempo
Francisco Cubillos, profesor de administración de la Universidad del Rosario, recomendó que hacer el presupuesto con tiempo y revisar la realidad de la empresa es fundamental, pues en muchos casos se proyectan recursos muy superiores al gasto para tener un superávit o viceversa. “El presupuesto debe ser el reflejo de la proyección estratégica de la empresa”, dijo. Durante este mes, empiezan los ejercicios en cascada de cada departamento sobre sus necesidades.
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