La situación actual de Aquarela no solo es un dolor de cabeza para las autoridades distritales, Ministerio de Cultura, entres de control e involucrados en el proyecto, sino que también tiene en vilo al sector de la construcción en Cartagena. Luego de que se suspendiera la obra y se pidiera la nulidad de las licencias de este proyecto de Viviendas de Interés Social (VIS), Camacol Bolívar prendió las alarmas por lo que podría convertirse en un vacío normativo para las construcciones VIS de la ciudad.
Angélica Salas, gerente de Camacol Bolívar, señaló que el principal interés del sector de la construcción es que en Cartagena haya reglas de juego claras en el segmento de interés social. Recordó que Aquarela tiene todas sus licencias en orden, es un proyecto de una firma constructora reconocida y su situación actual no debe afectar a los demás proyectos de la ciudad. (Lea aquí: Procurador pide nulidad de licencias de torres 'Aquarela')
“La actividad edificadora en Cartagena se encuentra en vilo a pesar de que los constructores formales, siguiendo al pie de la letra los requisitos legales vigentes, la confianza legítima y la presunción de legalidad de las normas vigentes, estructuran un proyecto, solicitan y obtienen todas las autorizaciones y permisos que la Ley exige, venden el proyecto e inician su ejecución, para luego verse enfrentados a una suspensión que desconoce los permisos que las autoridades competentes han otorgado”, indicó Salas.
De acuerdo con las cifras que registra Camacol, desde enero de 2014 (entrada en vigencia de la circular sobre normas VIS) hasta agosto de 2017, existen 17 proyectos que iniciaron construcción y que corresponden a 8.488 unidades de vivienda. Así mismo, se tienen identificados en preventa otros 14 proyectos adicionales, que incluyen segundas etapas de proyectos ya iniciados y que suman 4.060 unidades de vivienda, para un total de 12.548 unidades de vivienda social. (Video: De Frente: La cadena de errores que tapa al Castillo de San Felipe)
La gerente de Camacol se mostró preocupada porque al no haber garantías para las construcción de proyectos VIS, este segmento será menos atractivo para los constructores y podría generar una disminución en la oferta habitacional de la ciudad. De presentarse una reducción en las construcciones VIS, cada vez menos cartageneros podrán acceder a los subsidios y beneficios que entrega el Gobierno Nacional para adquirir vivienda.
“El crecimiento social y económico que el sector edificador puede aportar a Cartagena, donde es evidente la necesidad de proveer viviendas a la población de menos recursos, no puede darse si la inestabilidad jurídica y la falta de institucionalidad no se erradican, en el marco de un trabajo en el que tanto el sector público como el privado ejerzan sus responsabilidades de acuerdo con la Ley”, finalizó Angélica Salas. (Lea aquí: “Tenemos todos los certificados y licencias en orden”: gerente de Aquarela)
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