Un nuevo capítulo se escribe en la novela del aumento de 7 por ciento en el salario mínimo para 2016. Por considerar que va en detrimento de la capacidad económica de los hogares de bajos recursos, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), radicará hoy un recurso ante el Consejo de Estado. La Confederación General de Trabajadores (CGT) hará lo propio ante la Corte Suprema.
El debate sobre el decreto unilateral del Gobierno con el que fijó el mínimo para 2016 parte de la base de la cifra de inflación. Si bien el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en 2015 fue de 6,77 por ciento, al desagregar por niveles de ingresos, las familias pobres percibieron una inflación del 7,26 por ciento, es decir, superior al ajuste del salario.
Para Luis Alejandro Pedraza, presidente de la CUT, este aumento es unilateral “y mezquino, pues demuestra que el Gobierno solo atiende las demandas de los empresarios. El salario mínimo quedó por debajo de la inflación causada y profundiza la reducción del poder adquisitivo de los trabajadores, que el año pasado ya perdieron 2,66 por ciento”.
Uno de los argumentos de los sindicatos radica, principalmente, en que la inflación durante el año pasado se “comió” el incremento del mínimo para ese año en nueve meses. Los tres meses restantes representaron pérdida de poder adquisitivo para las familias, hecho que debería solventar el aumento del salario para 2016.
Alistan movilización
Esta semana se reunirán las centrales obreras para estudiar la posibilidad de “convocar más que un paro cívico, en principio sería un paro nacional frente a estas medidas del Gobierno”, aseguró Julio Roberto Gómez, presidente de la CGT.
A los llamados de las centrales obreras se sumó la voz del Defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, quien le pidió al Presidente, por medio de una carta, que revise el porcentaje de aumento del salario mínimo pues los hogares con menores ingresos estarían de frente a una posible pérdida de poder adquisitivo. El funcionario también resaltó que se deben tener en cuenta las leyes y las sentencias de la Corte Constitucional para proteger a las personas de estratos bajos.
En un primer momento, tras conocerse las cifras oficiales de inflación, el Ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón, se mostró abierto a revisar la cifra decretada, pero no aseguró que habría algún ajuste sobre la misma.
Sin embargo, esta posibilidad fue sepultada por el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, quien dijo a EL COLOMBIANO que la cifra que se toma en cuenta es la inflación promedio y nunca los índices desagregados. Además, resaltó que no es la primera vez que esto ocurre y recordó que en 2008 la inflación para familias de ingresos bajos fue de 9 por ciento y el salario subió 7,7 por ciento.
A juicio del Gobierno, la cifra decretada de 689.454 pesos como salario mínimo, cumple con los parámetros estipulados constitucionalmente.
Proyección
A esta opinión se une el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Guillermo Botero Nieto, quien aseguró que no tiene sentido revisar el salario, pues las referencias (inflación) deben ser tomadas en conjunto, “si no, habría que fijar incrementos para cada ciudad del país”.
El representante de los empresarios ha sostenido que las presiones inflacionarias seguirán y eso le mermaría capacidad de compra a las familia.
Según el equipo técnico del Banco de la República, la inflación seguiría subiendo durante el primer semestre del año, principalmente por el efecto del fenómeno de El Niño sobre los alimentos y el traspaso de la devaluación sobre los precios.
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