A Ricardo Echenique Cantillo, un cartagenero de padres de Marialabaja y Mahates, le apasiona cultivar la tierra.
Aunque muchos lo conocen como veedor, dueño de un taller de estructuras metálicas o el representante legal de la Corporación para el Desarrollo Social, Sostenible, Veladora y Protectora del Medio Ambiente y los Recursos Naturales (Cove), en las fértiles tierras del Distrito de Riego de Marialabaja lo identifican como un pequeño productor de berenjena, papaya y ají.
En poco menos de una hectárea y utilizando un sistema de riego por aspersión que él mismo ha construido para hacer sostenible sus cultivos, se destaca su berenjenal, en la vereda de Nueva Esperanza, área rural del corregimiento de Playón, al sur oriente de Marialabaja.
“En estas tierras, al poder contar con sistema de riego, se puede sembrar en cualquier época del año”, asegura Echenique, mientras esquivábamos los chorros de agua de los aspersores que mantienen verde y fresco su cultivo de berenjena.
En este tipo de cultivos ya lleva cerca de 6 años y su experiencia le indica que de una hectárea de berenjena se puede sacar unos 30 ó 35 bultos, de 50 kilos cada uno.
Las semillas que utiliza son certificadas y las obtiene a través de Corpoica.
Su cosecha la vende a reconocidos supermercados de Arjona y Turbaco, y a comerciantes de la plaza de mercado de Bazurto, en Cartagena.
SOBRE EL CULTIVO
Setenta y cinco días después que Ricardo Echenique ha sembrado las semillas de berenjena empieza a recoger sus frutos. “Este es un cultivo rentable y sostenible”, asegura.
Sin embargo, enfatiza en que hay que tener mucho cuidado para evitar que las plagas arruinen el esfuerzo y la inversión.
Él, particularmente, rota su área de siembra con otros cultivos como papaya y ají para no fatigar la tierra. La berenjena requiere de suelo franco arcillosos y se produce en terrenos planos o semiquebrados. Las plantas requieren de riego al menos 4 veces al mes y cada mata puede producir, en condiciones normales, hasta 5 kilos. En su cultivo Ricardo tiene sembrada 8.000 matas de berenjena.
MÁS APOYO AL CAMPESINADO
Aunque es un pequeño productor exitoso, Ricardo asegura que en la zona se requiere de mucho apoyo de las entidades encargadas del fomento agropecuario del país, el departamento y el propio municipio.
“Los campesinos requieren tierras para cultivar. No estamos hablando de 40 hectáreas o extensas áreas que permanezcan improductivas. Necesitan unidades agrícolas básicas, de 2 ó 3 hectáreas, que le garanticen el acceso a la tierra, pero también insumos y herramientas. Las Umatas no están cumpliendo su función. Es poca la asistencia técnica que prestan y los campesinos requieren de ese tipo de apoyos con urgencia”, precisa.
“Tengo pensado ampliar el área de siembra e incluso he pensado en incursionar en la siembra de habichuela, pero lo ideal es sembrar lo que pueda dar respuesta a la demanda del mercado”, afirma este cartagenero que hacer germinar una de las tierras más fértiles del Departamento, las de Marialabaja.
PRODUCCIÓN EN BOLÍVAR
Entre las hortalizas, la berenjena está entre las que menores áreas de siembra tiene registradas en el departamento. Las cifras de la Secretaría de Agricultura de Bolívar señalan que en el 2012 (dato más reciente) en este territorio se registraron sólo 65 hectáreas sembradas, de las cuales 30 se lograron cosechar. La producción en ese periodo superó las 200 toneladas y los rendimientos promedio son de 8 toneladas por hectárea. Cifras de Procolombia (antes Proexport) indican que Bolívar es el cuarto productor de esta hortaliza en el país.
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