Los libreros del Parque Centenario denunciaron una situación que ningún padre de familia, hasta ahora, se ha atrevido:dos colegios en Cartagena están vendiendo libros que se pueden conseguir en el mercado con otro nombre y hasta de segunda para ahorrar costos.
“La lista que fue elaborada decía Español y el nombre del colegio, Sociales y el nombre del colegio, entonces no especificaban y los padres no sabían, por eso compran el libro dentro del colegio”, reveló Vivas Arrieta, vendedor de libros en el Parque Centenario.
Los libreros se percataron que eran los libros que en el mercado se encuentran con los nombres de Metáfora (español), Jumping (inglés) y Nueva Identidad de Sociales, que se pueden comprar en cualquier librería de la ciudad y hasta en los puestos de libros nuevos y de segunda en el Parque Centenario. Y es que página por página el contenido es el mismo, solo la carátula o portada difiere del libro comercial.
“Yo no sé si habrá un acuerdo entre el colegio y la empresa para cambiarle la pasta, porque estos libros los imprime Norma”, agregó Vivas.
Sobre esta situación se pronunciaron los jefes de la cartera educativa nacional.
“Está claro que no se le puede exigir a los padres de familia que pidan una marca específica por ejemplo para el uniforme de Educación Física y tampoco se puede cohesionar a los padres para que compren los libros o materiales educativos en el colegio y de equis marca. Eso solo puede suceder en el caso de que en el mercado no se consiga el libro que se requiere, pero no es una obligación”, puntualizó Julio Alandete, viceministro de Educación Básica y Media.
Frente a esos excesos los padres deben acudir a la Secretaría de Educación para que establezcan la correspondiente denuncia.
“La norma establece que puede haber una sanción entre 50 y 200 salarios mínimos. Eso aproximadamente es entre 34 millones y 160 millones de pesos. Si es reiterativa se puede llegar al cierre del establecimiento educativo”, agregó el funcionario.
Por su parte, María Fernanda Campo, ministra de Educación, invitó a denunciar. “Hago un llamado a los padres de familia para que denuncien si ven que la lista de útiles y textos escolares son exagerados o no tienen ningún tipo de relación con el proyecto educativo”, dijo.
Después de la denuncia, los funcionarios de la Secretaría deben visitar el colegio y si se evidencia irregularidad se multa al colegio.
“No les pueden pedir implementos para el aseo o para oficina”, agregó la Ministra.
Por otro lado, según la Ley 1269 de 2008, los colegios no podrán exigir que estos materiales sean entregados a la institución, ya que estos son para el uso de los estudiantes y se administran desde cada uno de los hogares.
Los colegios tienen prohibido exigir y los padres de familia no están obligados a: Adquirir al inicio del año la totalidad de los útiles escolares que se incluyen en la lista. Estos pueden ser obtenidos en la medida en que sean requeridos para el desarrollo de las actividades escolares.
Entregar al colegio los útiles o textos para que sean administrados por el establecimiento. Cambiar los textos antes de transcurridos tres años de su adopción. Está prohibido al colegio vender uniformes y textos, excepto los que no puedan conseguirse en el mercado.
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