El sector Rafael Núñez de Olaya Herrera fue el lugar que acogió a Yossimar Palacios Becerra y a su familia cuando él apenas tenía dos años. Llegaron a Cartagena con la ilusión de un mejor futuro para todos, dado que las cosas en Cali no estaban tan sencillas. "Mis papás nacieron en Quibdó, se fueron a Cali en busca de oportunidades pero al ver que nada resultaba, nos vinimos hasta acá", comenta el joven de 24 años.
A medida que fue creciendo, el carismático Yossimar se dio cuenta que sus amigos del barrio no veían otra alternativa para su futuro que trabajar como mototaxistas o de ayudantes de busetas, sin embargo él siempre tuvo claro que su única opción era estudiar. Asistió con disciplina a la Institución Educativa Foco Rojo, que era la más cercana a su humilde casa y fue allí, cuando cursaba grado 10, donde conoció y se enamoró del mundo del turismo. Fue entones cuando ser un estudiante Ceres le permitió acercarse más al sueño que hoy es su realidad.
Las oportunidades necesitan sacrificios
Con solo 16 años Yossimar Palacios ya había logrado su primer diploma como Técnico en servicios y alojamiento, todavía era un estudiante de bachillerato, pero eso no impidió que crecieran sus aspiraciones profesionales pero sobre todo las ganas que tenía de aprender mucho más del turismo. A diario transitaba por UniColombo, sede Cuatro Vientos, y observaba con detenimiento las instalaciones mientras en su mente se repetía una y otra vez: "alguna vez podré estudiar aquí".
Las ilusiones se desvanecían cuando era consciente que en su casa había dinero escasamente para satisfacer lo necesario pero fue a través de la fundación Granitos de Paz, que pudo conseguirlo. "La directora de la fundación de ese entonces hizo el puente para que entráramos a Unicolombo con Ceres, allí nos explicaron de qué se trataba, su financiamento y los beneficios. Dábamos clases ahí en la mañana con un grupo de 10 personas porque trabajábamos en la noche. Arranqué estudiando Tecnología en gestión de servicios turísticos y hoteleros", afirma con una gran sonrisa.
El ahora Administrador de empresas turísticas y hoteleras adoptado por nuestra ciudad es consciente que Ceres se convirtió en una pieza fundamental de lo que es hoy en día a nivel profesional y laboral. "Ceres es un programa muy bueno que le abre la posibilidad a muchos jóvenes como yo, que nuestros padres no contaban con los recursos para financiarnos una carrera y que vivimos en barrios donde las oportunidades son escasas. Sí hay estudio, lo que hay que hacer es sacrificios porque nada en esta vida es gratis", expresa el joven que le tocó alternar entre las clases y el trabajo.
Talento de exportación
Cuando cursaba su quinto y último semestre, se abrió una convocatoria en UniColombo para viajar de intercambio, a la que sin dudarlo decidió aspirar. Es en 2013 cuando Yossimar toma por primera vez un vuelo internacional y en aquella ocasión llegó a la famosa isla de Barbados a poner en práctica todo lo aprendido y a ampliar sus conocimientos.
"Llegué al Barbados Community College, como parte del intercambio, el cual tenía un hotel en su departamento de Turismo donde hice prácticas, el hotel se llamaba Pommarine Hospitality Institute. Además hice pasantías en el Hilton Barbados Resort. Conocí mucha gente y practiqué el inglés. Dos años después tuve la oportunidad de ir en intercambio a Estados Unidos, a Northwestern State University en Natchitoches, Louisiana. Estaba feliz porque siempre soñé con conocer ese país y además tenía la oportunidad de representar a mi institución que inauguraba ese año el convenio", agrega Yossimar, quien actualmente trabaja para la reconocida cadena hotelera Hyatt Regency mientras está a la espera de la llamada de los Cruceros de Disney, a donde llegará próximamente a recibir a todos los viajeros con la arrolladora sonrisa que lo caracteriza.
"Ceres tiene muchos beneficios aunque como todo hay que sacrificarse. Si ven que sus padres no pueden ayudarles a pagar su carrera, aprovechen lo que ofrece el Gobierno. Siempre le digo a los jóvenes de mi sector que yo crecí con las mismas dificultades y ambiente que ellos pero que cuando los sueños son grandes, nadie los puede detener", finaliza.
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