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El aroma de café vuelve a Montes de María

Hermes Figueroa El Universal
Cartagena

En la tierra de la hamaca grande y las gaitas, en el territorio del aguacate, el ñame y el maíz, pocos pudiesen imaginarse encontrar un cultivo de café.

A escasos 14 kilómetros de San Jacinto, atravesando una vía indomable, que los campesinos han tallado para sacar sus productos y al pie del emblemático Cerro de Maco, el pico más alto de la geografía del norte de Bolívar, existe una pequeña vereda habitada por 49 familias de campesinos: El Bongal.

Allí, en medio de montañas, quebradas de aguas diáfanas y frescas, encontramos a uno de los pocos productores de café en todo los Montes de María: José Aurelio Ortega Carval, un bachiller del Colegio León XIII de San Jacinto y líder natural de El Bongal y El Arroyito.

Su historia es muy parecida a la de centenares de campesinos de la región. El conflicto armado que vivió la zona lo convirtió en un desplazado junto con su familia, cuando culminaba la década de los 90, y el destino lo llevó a la Sierra Nevada de Santa Marta, a la vereda El Vergel, en el corregimiento de Palmor, jurisdicción de Ciénaga (Magdalena).

Allí, José Aurelio, se dedicó a recoger café, eso fue en el 2004 y de esa experiencia nació un productor de café.

“Me dediqué a observar cómo era el manejo del café, su cultivo, su recolección y cuidado; y decidí traerme a mi tierra unos 2 kilos del grano, como semillas, para probar”, nos dice José Aurelio, mientras retira la humareda que genera el fogón de su rancho,  y el olor a ñame sancochado invadía el ambiente, en medio del cultivo de café.

“Estas loco, quién dijo que eso da por aquí…”, era una de las expresiones que debía escuchar José Aurelio de sus vecinos cuando se enteraron que estaba sembrando café.

Para su cultivo destinó 5 hectáreas de una empinada pendiente, a orillas de una quebrada.

“Yo miraba el ambiente de la Sierra y la comparaba con el de esta tierra y lo veía muy semejante y por eso creí que sí podía sembrar café acá”, asegura.

El café que trajo a El Bongal era variedad caturra, este es su quinto año de cosecha y en ese tiempo ha logrado recoger hasta 100 bultos, de 50 kilos cada uno, aunque en el 2010 y 2011, el ‘Fenómeno del Niño’ redujo su cosecha a pocas cargas.

Su éxito radica en su constancia y dedicación, pero igualmente logró encontrar rápidamente mercado para su producto y aunque no pertenece a ningún comité de cafeteros, un pequeño microempresario de San Jacinto, Neyl Reyes Anillo (ver recuadro), se encarga en comprarle toda la cosecha, la misma que le da vida a Cerro Maco Café, un grano orgánico que sale de las entrañas de los Montes de María.

Viene la expansión
Pero este joven cafetero sigue desafiando a los escépticos de la zona y ya anuncia la expansión de su finca. “quiero adquirir 5 hectáreas más y las estoy negociando con los dueños de predios vecinos”, dice José Aurelio.
A él se han sumado 5 campesinos de la zona que después de muchas dudas le están creyendo a José Aurelio y juntos han conformado la Cooperativa de Caficultores de los Montes de María, de la cual es el presidente.

Vive en unión libre, tiene 3 hijos de 12, 8 y 4 años y a sus 30 años bien podríamos decirle “el Juan Valdez de los Montes de María”.

Su finca de café no solo es su principal fuente de ingresos, también lo es para una docena de personas que en épocas de cosecha pueden encontrar una oportunidad laboral.

“Estoy satisfecho, es un excelente cultivo y lo puedo alternar con cacao, plátano y aguacate”.

José Aurelio no olvida sus raíces y lucha por su comunidad. Para El Bongal reclama por una mejor vía de acceso, mayor atención en educación y salud.

José Aurelio espera con ansiedad los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, cuando se dará la recolección del café, pero para esa época también espera una visita importante, la del gobernador Dumek Turbay, a quien espera recibir con un café orgánico cultivado por un ‘loco’ que creyó en el resurgir del café en Los Montes de María.


CERRO MACO CAFÉ
La historia de Cerro Maco Café también se inicia con un desplazamiento. El conflicto marcó a muchos sanjacinteros, pero para muchos, como a Neyl Reyes Anillo, también significó una oportunidad en la vida.
Su desplazamiento duró cerca de 20 años, tiempo en que pudo vivir en Buenos Aires, Bogotá, Chile y Ciudad de México, e incluso Europa, trabajando en bares y cafeterías. Un curso de manipulación de alimentos dictado por el SENA lo asomó al mundo del café y ante la necesidad de crear una idea de negocios surgió la necesidad de articularse con el café que cultiva José Aurelio Ortega Carval, a quien le compra la cosecha anual para darle vida a Cerro Maco Café.
Su negocio maneja el esquema de microfranquicias y hoy su producto se ofrece a los turistas en el Parque Espíritu del Manglar, en Cartagena; en San Basilio de Palenque, El Carmen de Bolívar y Sincelejo. Más una tienda propia, en la Plaza Central de San Jacinto.
“Este café recuerda el café del rancho, con alto grado de acidez. Es un café con denominación de origen, con buen cuerpo”, asegura.
Licor de café, tortas de café, granizados de café son algunos de los productos que se elaboran con el café orgánico de los Montes de María..