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Se toca con los ojos del alma

Ivis Martínez Pimienta
Cartagena

Fundación Livicol estrenará sala de ensayos en próximos días" de Aroldo Mestre, El Universal.

"Frank interpreta el saxofón en su grupo". Maruja Parra, El Universal y

"Frank interpreta el saxofón en su grupo". Maruja Parra, El Universal y

"El Joe y Shakira en el Estadio Metropolitano de Barranquilla", Óscar Díaz Acosta, El Universal.

Es un cliché pero es cierto. “Lo que no te mata te hace más fuerte” y en el caso de Frank Villanueva Mieles, la fortaleza es algo que supura y trasmite.
A Frank se le desarrolló una enfermedad genética degenerativa llamada retinosis pigmentaria, justo cuando cursaba el último semestre de su carrera de Contaduría Pública en la Corporación IAFIC hace ya trece años. Allí perteneció al grupo de gaita, por lo cual obtuvo una beca durante casi todos sus estudios, llegando incluso a ser el director de su conjunto.
El momposino, quien se formó desde pequeño en canto y música en la Casa de la Cultura de su pueblo, hoy trabaja con niños y jóvenes, limitados visuales, enseñándolos a tocar piano, guitarra, guache, batería, congas, timbales, bongoes e instrumentos de viento.
Él es el creador de la Fundación Livicol en Cartagena, (Limitados visuales de Colombia).

Alegrando vidas
El nuevo camino de Frank se abrió poco a poco, a medida que la luz que percibía se apagaba, y aunque su eterna compañera Shayira Domínguez le daba fortaleza y cariño, Frank pensó en su vida futura.
“Cuando empecé a perder la vista, pasé por un duro proceso de adaptación. Aprendí el idioma braile, la técnica de la vida diaria, cómo hacer aseo en la casa, prepararme un alimento sencillo, pero entonces escogí mi carrera como músico por las condiciones de tecnología y confianza en que estaba, y dado que ya no podía hacer por mí solo las cosas”, dice, y habla con una voz llena de paciencia y cariño.
Como músico, Frank hizo parte de Son Cartagena, trabajando de la mano de personajes como Gerardo Varela; Kalamarí Caribe, con Los soneros de Gamero; y también colaboró con agrupaciones folclóricas como Ekobios, Candilé, Calenda Bellas Artes, Calenda Getsemaní, entre otros. “Yo no tenía este rumbo en mi vida. Uno sí tiene su plan de vida, es decir mujer, e hijos, pero yo sentía que había algo que me hacía falta”.
Fue entonces cuando conoció a su nueva familia, personas que como él tenían limitaciones en la vista y quienes sin observar lo que los rodeaba, sentían al máximo su entorno. “Me dije ¡caramba... hay unos niños que están estudiando! Y de inmediato me di cuenta que en Cartagena no había esa parte de la música para limitados visuales, así que tomé la oportunidad para abrir espacios y trabajar”, resalta.
Desde ese momento ideó la Fundación Livicol, (Limitados visuales de Colombia), con 15 niños y jóvenes que están formándose musicalmente.
Hasta el momento, ellos ensayan en una modesta sala equipada con sus instrumentos. “Al principio todo el mundo se estrellaba”, cuenta entre risas. “Luego empezaron a conocer el espacio y después todo el proceso de formación”.
Más que explorar con ellos todo el talento que tienen, Frank les dio un espacio para seguir disfrutando la vida, de una manera diferente a la que acostumbraban, sin la sobre protección de su familia.  “Cuando empezamos muchos padres no los dejaban solos. Me tocaba echarlos, con el tiempo me gané su confianza y ahora hasta me ponen quejas. Te puedo decir que quiero mucho esos pelaos”.
Son jóvenes emprendedores y llenos de carisma. Víctor Rojas, Andrés Felipe Visbal, Anderson Velilla, Jaifer Ospino, Jorge Bossio, Edwin beleño; la única reina de la fundación, Alexandra Alcázar, Carlos Guerrero, Brian Castaño, Ober, y Arismel Camargo (el único integrante de 42 años), son algunos de los integrantes de esta fundación sin ánimo de lucro y donde se estudia gratis. Orlando Barrios, Jorge Pérez y Manuel de la Oz, por su parte, son profesores voluntarios que ayudan a Frank  a dictar las clases.
La fundación se sontiene gracias al dinero que produce su estudio de grabación y aunque hace poco aumentaron los costos del arriendo y les toca mudarse, Frank parece tener ángeles por todas partes.  “De la mano  de la doctora Heidi Visbal, se logró un convenio con la Universidad del Sinú y me van a abrir un espacio, para pasar todo esto a un salón que ellos nos van a acondicionar”, adelanta.
El grupo de músicos ha llegado a eventos culturales, congresos, campañas visuales, y a la Fundación Pies Descalzos de Shakira, donde lograron presentarse gracias una ONG llamada Charity Vision.
Cuando Frank habla de sus chicos, lo hace con orgullo, como si hablara de cualquiera de sus cuatro hijos biológicos. “En parte quiero dejarles este legado”, y luego dice con emoción “tienes que verlos”.