Gente y TV


Feliz regreso de Félix de Bedout a la radio colombiana

EL PAÍS

01 de febrero de 2015 05:52 PM

Desde el martes pasado, cuando estrenó Feliz Regreso, en La W, Félix de Bedout Molina, abrió con la primicia nacional de la primera entrevista con la nueva Miss Universo colombiana, Paulina Vega.

Y su otra primicia levantó polvareda en medios de comunicación y redes sociales: tuvo al periodista Hernán Peláez, quien le concedió su primera entrevista luego de su salida de La Luciérnaga y habló de la polémica salida de Gustavo Álvarez Gardeazábal de ese espacio.

Peláez se fue lanza en ristre contra Caracol Radio por la forma de hacerle saber al exgobernador del Valle que prescindía de sus servicios, ya que ni siquiera tuvieron la “decencia de mandarle una carta” sino que le dejaron la responsabilidad de informarle al nuevo director del espacio, Gustavo Gómez, “quien fue utilizado” y “no tenía velas en el entierro”.

Como siempre, Félix contrapreguntó varias veces y el diálogo fue subiendo de tono. Peláez no solo defendió a capa y espada a Gardeazábal, sino que declaró que este se fue porque así lo quería el Gobierno. Además, que “muchas vacas sagradas del periodismo colombiano se han lucrado y apoyado en el Estado, así que no vengan a decir que el malo era Gardeazábal”.

Y agregó que a uno de los críticos de Gardeazábal, Daniel Coronell (amigo de Félix), cuando lo quieren mortificar le recuerdan su supuesta relación con Pastor Perafán y César Villegas. Félix ripostó, defendió a Coronell y el derecho de Gustavo Gómez de trabajar con personas de su confianza y que Gardeazábal no era una de ellas.

Luego del fuerte cruce de preguntas y respuestas, la entrevista concluyó entre risas, cual grandes colegas y amigos, mientras los comentarios en medios y redes también fueron candentes.

Estas dos primicias son solo una muestra de lo que se puede esperar del Feliz Regreso de Félix de Bedout a Colombia. Con su particular estilo tan controversial, el antioqueño de 50 años vuelve a la radio nacional transmitiendo desde Miami, ya que seguirá trabajando con Univisión, empresa con la que acaba de renovar su contrato por varios años.

¿Qué se propone con Feliz Regreso?
Contar historias interesantes. El enunciado del programa marca su intención: es lo que la gente quiere preguntar, las noticias que necesita conocer y las respuestas que está buscando. Y esos enunciados se logran buscando buenas historias en diferentes formatos, aprovechando las posibilidades que dé la radio. Que la gente al final del programa haya escuchado algo que le sea útil.

¿Le bajó el ritmo a sus compromisos en Miami para poder hacer Feliz Regreso?
No, al contrario. Desde el plano personal es un sacrificio, porque continúo con mis responsabilidades en Univisión, donde además estoy muy contento, con un equipo fantástico, aprendo mucho y sobre todo, disfruto mi trabajo. Univisión me ha dado la posibilidad de hacer muchas cosas: desde estar en el huracán Sandy, con el agua hasta la cintura, nadar con un tiburón ballena, hasta cubrir el Mundial de Fútbol.

¿Vuelve con ese mismo estilo polémico: para algunos incisivo, plausible, para otros irrespetuoso e impertinente?
Uno es como es. No creo que uno abra el micrófono a una entrevista para escuchar un monólogo, hay que contrapreguntar, cuestionar y lo seguiré haciendo, es como entiendo el oficio. Yo he dicho, el periodismo, la radio, están inventados, no pretendo la gran revolución universal de la radio, no tengo esa capacidad (risas). Creo que hay estilos y personalidades y yo tengo un estilo y una personalidad identificables para bien o para mal, según cada quien, y lo seguiré haciendo, pero obviamente, cada entrevistado, cada tema, necesita un tratamiento informativo diferente.

¿De quién o de qué maestros aprendió esa agudeza periodística?
He tenido la fortuna de trabajar con tal vez la persona que más sabe de radio que es Julio Sánchez Cristo y la persona que más sabe de televisión informativa y para mí, el mejor periodista de Colombia que es Daniel Coronell. He tenido que aprender de los dos y en este momento tengo la oportunidad de estar trabajando con Julio que es el que me invita (a Feliz Regreso) y con Daniel, aquí en Univisión.

El excongresista Vicente Blel lo mandó a comer… lo que sabemos. Juan Carlos Martínez lo señaló de gay. Cuando llega a casa y reflexiona sobre estos episodios. ¿A qué conclusiones llega?
Que son parte del oficio. Los insultos, además, cuando van acompañados de mentiras, pues se quedan en eso. Obviamente, le pueden doler a la familia, pero en la medida en que uno sabe quién es, tiene tranquilidad, no le preocupa. Me parece bien que alguien cuestione una manera de preguntar o de decir una cosa, eso hace parte del oficio, pero cuando se enuncia algo con la intención de insultar eso no me preocupa en la medida en que uno está tranquilo con lo que es y con su mundo. A mí me encanta Taganga, he ido muchas veces a Taganga, pero le aseguro que en compañía muy diferente a la que dijo el señor, que entre otras cosas, hoy está en la cárcel por actividades criminales.

Haberse conocido una foto suya junto a David Murcia cuando todo el lío de la captadora ilegal de dinero DMG, ¿le sacó muchas canas?
Pues mire, eso fue una cosa muy curiosa, porque si alguien denunció a DMG durante tres años seguidos, cuando nadie se metía con DMG, fui yo. Las principales revelaciones del escándalo DMG las hice yo en La W con las grabaciones, mostrando cuál era el entramado interno que tenía DMG y después, cuando apareció la foto, yo mismo denuncié en qué circunstancias se dio: a mí se me acerca una persona a pedirme una foto y yo a nadie le pido el pasado judicial. Estaba en un evento público, era la celebración del premio Orden del Zurriago, para antioqueños, entré y de un momento a otro algunas personas se me amontonaron y tomaron la foto. Lo curioso y lo que no sabía el señor es que lo estaban grabando, por eso yo presenté la grabación, de audio, de la conversación de cómo él hizo toda su estrategia para tratar de tomarse esa foto con su socia en DMG. Esa grabación está en las redes sociales, además, el que hizo la denuncia hace más de cinco años fui yo.

¿Aún conserva esa bala con la que le enviaron un mensaje amenazante porque estaba “hablando mal del patrón”?
Una copia (del mensaje), la bala no, porque el soporte físico se fue a la Policía para investigación, que obviamente nunca terminó en nada, pero del documento original yo me quedé con una copia que por ahí en alguna parte la tengo guardada, porque era cuando estaba empezando en el oficio.

¿Lo han llegado a amenazar últimamente?
No, no. Las amenazas han sido parte natural del oficio, pero no, no puedo decir que esté bajo amenaza ni que yo me fui por esto. Yo vivía en unas circunstancias de seguridad particulares en Colombia, tenía un esquema de seguridad durante mi tiempo en el país, pero no me fui por un tema de amenazas sino porque surgía una oportunidad profesional muy interesante como era la de Univisión.

Le han criticado su tono regañón al preguntar, que como periodista tome partido, que se salga de casillas. ¿Reconoce que se haya dejado llevar, como dice usted,por “su indignación”?
A veces pasa y eso acaba jugando en contra del entrevistador. A veces la indignación es más fuerte que el control que uno pueda tener. En últimas, yo creo que la indignación bien manejada es un motor, uno tiene que indignarse por cosas. Pero primero, uno no tiene por qué vivir en un estado de indignación permanente y segundo, no puede pensar uno que esa indignación lo controle. Porque en la medida en que la indignación lo controle a uno, en últimas, va a jugar a favor del entrevistado.

¿Es cierto que es muy tímido?
Sí, sí, yo creo que siempre he sido un poco tímido, un poco reservado, incluso por momentos un poco huraño y sí, sí, esa es una característica personal que siempre me ha acompañado y que muchas veces juega en mi contra, pero sí, sí, me imagino que será parte de la genética, porque viene un poco de la forma de ser de mi padre.

Esposo hogareño

Su timidez lo hace ver como un ser frío, distante y hasta antipático, han sacado a relucir algunas de sus colegas sobre Félix de Bedout. Apreciaciones que él toma con tranquilidad. “Puede ser, creo que (la timidez) es una característica mía y eso puede jugar en ese sentido, que alguien pueda tener esa visión sobre mí”.

Su colega Jorge Hernán Peláez, compañero de La Hora del Regreso en La W, cree que ese tipo de comentarios sobre Félix “son mitos urbanos. Al aire es un poco diferente a lo que es en persona”.

Félix es riguroso, añade, “y es mucho más cálido de lo que la gente piensa. También es bastante tranquilo y analítico”.

Quien de verdad debe conocer a este ojiazul, con cara de galán de telenovela, es la exSeñorita Caldas y comunicadora social, Patricia Arango, su esposa hace 16 años y madre de sus hijos Martín, de 11 y Andrea, de 10.

Ella es su polo a tierra, el bastión de su hogar, la que resguarda que todo funcione. Una tarea compleja, mucho más, “después de la circunstancia de cambiarnos de un país a otro, lo que no hubiera sido posible sin ella”, comenta Félix.

Marido romántico y detallista, este hincha del Nacional se declara “de una torpeza absoluta en las labores caseras”. Con él no se cuenta para colgar un cuadro o arreglar un electrodoméstico. Pero es un hombre hogareño, que se distrae leyendo, viendo cine, fútbol y series de Tv.

Se siente orgulloso de que Martín y Andrea ya hayan aprendido a hablar inglés, tanto, que han sido sus maestros para él lograr más fluidez. Eso sí, el compromiso es que siempre hablen español en casa.

Félix reconoce que “muchos descubrimos, tristemente tarde, las posibilidades que se abren con otro idioma, en especial con el inglés, y darles esta oportunidad a los hijos es una herencia que los va a acompañar siempre”.

Este hombre que desde niño sintió fascinación por el mar porque siempre iba con su familia a Coveñas y soñaba con ser otro Jacques Costeau, es también buzo.

Modeló Jeans Caribú siendo muy joven para tener platica e instalarse en Bogotá. Es un apasionado por la música (tango, bolero, rock) y la lectura. Esta última pasión la aprendió de su padre, el profesor universitario Félix de Bedout.

Ser un lector consumado lo ha llevado a declarar que su mejor contribución a la literatura es leer y no escribir. Y entre risas se lo confirmó a El País: “No sé si algún día cometa el pecado de escribir, está en la posibilidad. El que lee en algún momento tiene esa tentación. Muchos autores escriben a partir de lo que leen y yo mientras más leo y encuentro otros escritores, más me inhibo, no me siento capaz de lograr esa capacidad”.

Y concluyó: “creo que Borges era el que decía que él estaba más orgulloso de lo que había leído que de lo que había escrito y que lo diga un monstruo de la literatura como él, ¡imagínese qué le queda al resto de los mortales!”.

Sus mil batallas

Su primer referente para interesarse y amar el periodimismo fueron las entrevistas y trabajos periodísticos de Oriana Fallaci.

Félix de Bedout Molina estudió comunicación social y periodismo en la Universidad Pontificia Bolivariana, pero en segundo semestre ya cubría camerinos de fútbol para Radio Súper y muy pronto, fue corresponsal de Cinevisión en Medellín.

Nacido en una prestante familia industrial, en Medellín, luego de pasar su primera infancia en España, aterrizó de 6 años en el Colegio Alemán de la capital antioqueña y por las dificultades con el idioma germano se graduó de bachiller en el Instituto Jorge Robledo (donde estudiaron Álvaro Uribe y Juanes).

Ha sido presentador de noticieros, entró a NTC Noticias haciendo una pasantía, ascendió a reportero, luego presentador y terminó de director.

Tuvo sus propios programas: Reportaje al Misterio y Félix Noche. Para entonces ya era un incisivo entrevistador, que se convirtió en el terror de muchos políticos, a los que frentea y les habla duro.

Fue por lo que el director de La W lo llamó para trabajar en su espacio de la mañana como periodista desde 2003. Allí estuvo hasta 2011, cuando se retiró para irse a Univisión, donde es conductor del noticiero Fin de Semana de esa cadena.

“Tiene una magia especial...esa mezcla de saberse el mundo, de oler el titular correcto en Colombia, hacen parte de su feliz regreso. Estaba nostálgico de su tierrita, cuando cada noche tiene a todo el planeta, piensa en su Medellín. Le admiro”, declaró Julio Sánchez Cristo a El País sobre Félix de Bedout.

A sus 50 años (24 de junio de 1964), la mitad de ellos dedicados al periodismo, ha ganado el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2009 por Directiva Ministerial, emitido por La W Radio, y el Premio Seguros Bolívar 2001 por una entrevista a Antonio Caballero en su programa Felix Noche.

Inquieto siempre por el acontecer de Colombia, se mantiene activo en Twitter con sus afilados trinos, que le reportan hoy 771.000 seguidores.

Formado en el oficio, aunque haya estado mucho tiempo en cabinas de radio y de televisión, de lo que más orgulloso se siente “es de toda la reportería que hice en momentos en que era casi hacer reportería de guerra, en medio de la explosión, de la guerra de carteles, del auge del fenómeno paramilitar y sus consecuencias en el país, y en ese mundo tan turbulento me tocó mucho tiempo de reportería”, confiesa.

Y lo sigue siendo. Pese a ser director del informativo Fin de Semana de Univisión, también se viste de reportero para cubrir eventos especiales. Su pasión por el oficio es tanta que pese a su trajín en EE.UU. quiso volver a la radio colombiana y está feliz con su regreso. 

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