Hace seis meses, María Camila Sinning es la reina de Independencia de Cartagena, y desde entonces su vida cambió. La jovencita, que se dedicaba a estudiar y modelar en sus tiempos libres, ahora tiene que manejar una agenda apretada y dinámica, que le exige compromiso y disciplina con el rol que desde niña soñó desempeñar.
Más que belleza...
Ser reina no es solamente desfilar, sonreírle a las cámaras y lucir impecable todo el tiempo, Camila lo tiene claro, más allá de representar la belleza de la mujer cartagenera, la Reina de la Independencia es una vocera del la ciudad, comprometida con las problemáticas de su comunidad.
¡Comprometida!
Camila dice que en este corto tiempo ha estado totalmente comprometida con las buenas causas que se originan en la ciudad y se ha convertido en una vocera de nuestra cultura. “Desde mi rol, le doy a conocer a Colombia que existen unas fiestas que conmemoran la independencia de Cartagena, los invito a que vengan y conozcan el contexto histórico y cultural de nuestra ciudad, para que cada noviembre deseen venir a disfrutar junto a nosotros”, expresa María Camila. “Esta es sin duda una experiencia maravillosa, el Reinado de la Independencia es una plataforma para proyectarse como persona y profesional. Son muchas las oportunidades que se presentan a través de él, pero uno debe saber escoger lo que quiere para su vida. Siendo Reina de la Independencia he estado al tanto de todos los proyectos que se gestan en el distrito y participo de ellos. Hay que saber aprovechar cada momento, esta es una oportunidad que no se vuelve a repetir, hay que vivirla al máximo”, asegura. Camila cuenta que está trabajando para restaurar las zonas verdes de su comunidad, proyecto que presentó cuando era candidata por la Urbanización La India. Sigue modelando y estudiando comunicación social, en la Universidad de Cartagena.
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