Esperanza Gómez lo logró. Hace seis años decidió empacar maletas y radicarse en Estados Unidos para probar suerte en la competida industria del cine para adultos, y hoy por hoy es una de las estrellas que más brilla en el negocio de las películas de contenido pornográfico.
Pero mucho antes de dedicarse a este tipo de películas, Esperanza Gómez fue Chica Águila, Playboy y en varias ocasiones fue modelo de videos musicales, en especial de música popular, pero luego se concentró completamente en su deseo de convertirse en la pornstar como lo es ahora.
Acaba de estrenar el video del artista colombiano de música urbana Cash 'Dime que sí' y los resultados no se han hecho esperar, pues logró ser número uno en Youtube en Colombia en su primer día, y ha impactado en distintas partes de América Latina e incluso en Estados Unidos.
Todo hace parte de una serie de proyectos como el lanzar un libro guía de práctica sexual, así como su incursión en el cine pornográfico europeo.
UNA HISTORIA TRIPLE X
- ¿Por qué dejó el modelaje?
Porque ya no lo disfrutaba. Antes de salir a pasarela no paraba de llorar, así que decidí dejar lo que no me gustaba hacer y apostarle al porno en el que ya llevo seis años y estoy feliz de la decisión que tomé en su momento.
- ¿Cómo llega esta oferta de hacer un video musical?
Fue una muy buena propuesta y luego escuché la canción que me gustó mucho, más porque me gusta mucho el merengue, pero en especial porque me pareció que era arriesgado, para ellos, tener en un video a una pornstar, y siento que a las actrices de este género cinematográfico se les discriminan y encansillan. Por qué no hacerlo.
- ¿Cuánto tiempo en la industria del porno?
Seis años. La verdad que no llevo tanto tiempo en la industria del porno como otras actrices que se han convertido en pornstar, y yo eso lo logré en un tiempo récord, en apenas seis meses de trabajo.
Amo este trabajo, me apasiona y por fortuna no filmo constantemente y eso me permite que las veces que lo hago lo disfrute al máximo haciendo de seis a siete producciones al año.
- ¿Por qué pocas películas teniendo tanto éxito?
Porque mi contrato me lo permite. Mi idea al entrar a la industria cinematográfica era para disfrutar y no para dedicarme de tiempo completo a ella, por eso no hago tantas películas como muchos quisieran. No quisiera aburrirme del porno.
- ¿Qué la haría dejar el mundo del porno?
El día en que no disfrute de una de mis escenas, ese día renuncio al porno. También cabe la posibilidad que mi marido me diga: ¿El porno o yo?
- ¿Y cuál escogería?
A mi marido (risas). Llevamos ocho años juntos y más felices que nunca, que me ha apoyado en todo este proceso y que le encanta esta industria.
- ¿Un apoyo incondicional?
Completamente. Cuando me decidí por la industria del porno llevábamos dos años de relación y ahí mismo me apoyó. Además, me confesó que él siempre había querido tener una pornstar en casa, así que el sueño se le cumplió.
- ¿Él disfruta de su trabajo?
Lo disfruta mucho. Él no hace parte de esta industria, pero llega de su oficina para revisar comentarios y visitas a mis películas. En verdad ama mi trabajo. Mi esposo es fanático de todas mis películas.
TODA UNA INDUSTRIA
- ¿En esto seis años ha cambiado la industria del porno?
Creo que desde antes de mi llegada ha estado en transformación constante, cada vez más asequible a todo público que se puede ver en cualquier tipo de dispositivo.
La industria vive y trabaja para llegarle a un público adulto, pero somos conscientes de que los padres tienen el reto de que sus hijos menores no consuman este tipo de películas que son para adultos.
- ¿Y la manera de trabajo?
Se mantiene. La producción como tal es lo mismo, desde las producciones sencillas con una cámara o mega producciones a cuatro cámaras y equipo gigante.
- ¿Y en temática?
Siendo que ha aumentado la agresividad de los fetiches, antes era más parco y normal, mientras que hoy en día hay cosas que se producen que ni yo me imaginaría que eso se hace, pero en el porno hay público para todo.
Ahora, por ejemplo, cada día son más exigentes en el tamaño de los hombres. Antes, casi cualquiera podía hacer porno, pero ahora tienen que ser bellos y muy bien dotados, además de tener una gran resistencia.
- ¿Qué fetiches no realizaría?
Hasta ahora todo lo que me han pedido lo he hecho porque me parece normal. Lo máximo que me han pedido es el sexo anal pero aún no lo he hecho y todo ha sido porque aún no llegamos a un acuerdo para poder realizarlo.
El sexo anal es para mí un asunto pendiente, pero en la industria, sólo en la industria (risas).
- ¿En esta industria todo es negociado?
Absolutamente todo. Nada se hace sin que esté dentro del contrato y depende de ti y tu manager saber negociar y que se cumpla todo lo estipulado de escena a escena.
- Usted tiene muchos fanáticos hombres, ¿Y las mujeres?
Ellas suelen acercarse y pedirme consejos sobre sus maridos. Sólo puedo decir que ninguna de las mujeres a las cuales les he dado consejos sobre sexo y relaciones con sus maridos, se han quejado.
- ¿Disfruta como espectadora del porno?
Desde antes de entrar en la industria lo disfrutaba mucho viéndolo, porque el porno, sin volverse adicto a él, puede ayudar a las relaciones de pareja.
De hecho, mi marido muchas veces se excita con porno de otras mujeres pero al final viene a mí, y no me disgusta que estimule su mente con otras si al final hace el amor conmigo.
- ¿Y la industria del porno en Colombia?
El problema es que no hay productores que inviertan en buenas realizaciones, todo lo quieren hacer con muy bajo costo y eso en la pantalla se nota. Poner a unas personas a tener sexo y grabarlas, no es una producción pornográfica como industria.
Aquí hay actrices muy lindas y buenos actores, pero que son opacados por producciones de mala calidad.
- ¿Qué viene para este año?
Voy para Europa a trabajar en varias producciones allí, que eso me encanta porque es otra cosa.
También quiero sacar un libro con mis tips para un buen sexo y mejorar las relaciones íntimas de pareja.
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