Por Ana M. Yaber
Este álbum recoge canciones que he venido haciendo desde que inicié el proceso y que se han ido consolidando con cada concierto que he hecho.
Define el devenir de lo que es ‘Abu Roots’”.
Eso dice Rodolfo Arteaga, cantante y estudiante de historia, un cartagenero, de 24 años y más conocido como ‘Abu Roots’, que pronto lanza su álbum que lleva por nombre ‘Al nivel del mar’.
“Lleva ese nombre porque en el Caribe nos caracterizamos siempre por ser buenos músicos y tenemos un cierto nivel que solo esta aquí, al nivel del mar.
El nombre también te ubica geográficamente, te da una imagen de Cartagena y el Caribe”. Señalo el artista.
Reggae Heroico
Cada isla tiene su toque o particularidad de hacer reggae. En San Andrés el reggae es más de palitos con calipso; en Jamaica es mas de bajo, roots y batería.
“Pero el reggae heroico nace como una apuesta a ese ‘visaje cartagenero’, y es representar a través de la música lo que somos, el pescador, el esparrin, nuestro habla golpeado, las tradiciones, Palenque, la situación afro; refleja realidad y la esencia de los que significa ser ‘Heroicos’”, manifiesta Rodolfo.
Entre tantos sones que hay en el Caribe, incluyendo la champeta, ‘Abu Roots’ hace un nuevo tejido sonoro como representación de la cultura cartagenera y le da el nombre de Reggae Heroico.
‘Al nivel del mar’
El artista da la primicia de las colaboraciones que tiene el álbum, tal es el caso Monkey Jhayam, cantante, compositor y productor que viene desde Brasil. También en el álbum está la participación de Charles King.
King es conocido como el precursor de la champeta, el responsable de sacar este ritmo caliente de las calles de Cartagena y ponerlo a sonar en las emisoras de todo el país.
Este álbum está previsto para noviembre, pero aún no tiene fecha exacta. “Lo único que les sé decir es que va estar de locos”, dice el cantante con una sonrisa dibujada.
Heroico 100%
“Nací con un picó en mi casa que se llamaba ‘el Apache’” dice el artista. Gracias a su abuelo, que le inculca ese amor por la música, le da su primer regalo, que es un long play.
“Mi abuelo no podía dar la vuelta cuando ya yo estaba poniendo mi long play”, afirma. A partir de ahí, el artista se interesa por el baile y a los 11 años aprende a bailar break dance; y luego a las 14 años se interesa por la danza contemporánea.
Además de la música, su abuelo también le inculca el amor por el equipo de la ciudad -Real Cartagena-. Es orgulloso de sus raíces, de lo que somos como ‘heroicos’, por eso a través de la música trata de llevar y enseñar la esencia de ser cartageneros.
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