Rentería, siempre héroe

El torpedero colombiano Édgar Rentería vuelve a tocar el cielo. Es un hombre bendecido por Dios. Guarda en su me-moria cada momento subli-me, cada instante de gloria. Ese estacazo de cuatro es-quinas, que produjo las tres carreras en la séptima entra-da y de paso el título, queda-rá grabado en la historia de los Gigantes, que debieron de resistir 56 años de triste-zas y sinsabores para con-quistar su primera Serie Mundial. Un batazo que le aguó la fiesta en su casa a los Ran-gers, mientras el “Niño” re-corría, erguido, orgulloso, las almohadillas (primera, se-gunda, tercera y home) para entregarle el triunfo a sus Gigantes 3-1, en el quinto juego de la serie. Rentería saboreó las mie-les del triunfo con la misma humildad de hace 13 años cuando su hit de oro dejó en el campo a los Indios de Cle-veland y los Marlins se pro-clamaban por primera vez campeones. Fue una noche de ensue-ño para el campocorto ba-rranquillero, un deportista íntegro, con una conducta intachable, la figura más po-pular del deporte nacional. Su carrera en la Gran Carpa es histórica. Es el pri-mer colombiano en llegar a una Serie Mundial y también el primero que la logra ganar en dos oportunidades. Los números hacen del “Niño” Rentería todo un “gi-gante”. Su meteórica carrera en Grandes Ligas lo enmarca como un deportista de otra dimensión. Un atleta exitoso, que nació para ganar. El codiciado premio de MVP (Jugador Más Valioso) de la Serie Mundial 2010 adornará su estante en su resi-dencia en el populoso Barrio Abajo de Barranquilla. Ahí, en el llamado “Salón de la Fama” de su residencia, están todas las fotografías de los momentos más hermosos en su vida como pelotero. Se aprecia la foto cuando Gary Sheffield carga a Rentería luego de conectar el hit de oro en 1997. Momento de éxtasis Luego de recibir la peculiar estatuilla, una lluvia de perio-distas y fotógrafos lo envolvie-ron para conocer sus impre-siones. El “Niño”, que ya se ha crecido —tiene 35 años—, es un hombre descomplicado, que dice lo que piensa, sin ro-deos, siempre recordando a la juventud de su querida Co-lombia. Porque él es un ejem-plo a seguir para esa camada de jóvenes talentos, que sue-ñan con emularlo. “Me tenía confianza cuan-do entré a la caja de bateo. El lanzamiento de Lee se quedó en la mitad, le hice swing lar-go y por eso pude sacarla”, aseguró Rentería. ¿Cómo se siente? -Estoy feliz, le doy gracias al mánager Bruce Bochy que creyó en mí. Fue un año difí-cil, con muchas lesiones. Me dije que tenía que seguir tra-bajando duro y mantenerme en forma porque algo bueno iba a ocurrir. Y así sucedió. ¿Qué sentía cuando reco-rrías las bases? -Fue algo increíble, gran-dioso. Gracias a Dios todo sa-lió bien y pudimos ganar. Usted le dijo a un amigo que iba a ser el jugador del partido, ¿por qué tanta con-fianza? - Me sentía con más con-fianza en la Serie, estaba vien-do la bola bastante bien y le pegué fuerte. Me tiró una cur-va que se le quedó en el medio y la pude conectar. ¿Los especialistas creen que tiene un lugar seguro en el Salón de la Fama? -Gracias a Dios se me han dado las cosas. Ojalá que toda Colombia disfrute este triun-fo, en especial mi familia. ¿A quién le dedica este ti-tulo? -A toda mi familia. A toda esa juventud que viene cre-ciendo para llegar a Grandes Ligas. Los Gigantes jugaron para campeón... -Todos nos merecíamos este título, el pitcheo fue de-terminante, grande y el bateo apareció en el momento oportuno. Se trabajó para eso, para ganar Trece años después vuelve a ser protagonista... -En 1997 con los Marlins fue tremendo, eso no se pue-de olvidar, era novato, fue grandioso con un equipo que jugaba con mucha garra y que no iba como favorito. Con los Gigantes llegué con más experiencia, además vengo de una temporada no muy buena ya que estuve le-sionado gran parte del tiem-po, pero pude recuperarme para esta gran final y los re-sultados están ahí. Lo que se dice.. Edinson Rentería, hermano “Édgar siempre mostró su talento para lucirse en el béisbol. Es un jugador disci-plinado, entregado a lo suyo. Creo que es un justo premio a todo su esfuerzo. Estoy muy contento”. Néder Horta, scout de los Cardenales “Édgar es un peloterazo que tiene grandes condiciones: buen brazo, buena manera de correr, buen bateo y bue-na defensas. Él nació con todas las condiciones para jugar béisbol. Lo felicito por este nuevo triunfo histórico”. Eugenio Baena, periodista de Caracol “Lo hecho por Édgar es grandioso, histórico para Colombia. Ese es un ‘caba-llo’, tiene pacto con la gloria. Creo que lo dio todo y ese premio es un justo premio a su sacrificio y entrega total”.