Un Policía cordobés fue asesinado en el departamento de Bolívar. Se trata de Humberto Luna Llorente, natural del corregimiento de Carrillo, jurisdicción de San Pelayo. En el hecho también murió otro uniformado. El hecho ocurrió cuando la patrulla 41-681 de la Policía de Carreteras se disponía a terminar su habitual recorrido por la Variante Mamonal-Gambote, entre Cartagena y ese corregimiento de Arjona. Sus dos ocupantes fueron asesinados por pistoleros en moto antes que instalaran el primer control en la vía. Los uniformados Rubén Darío Sánchez Gómez, de 26 años; y Humberto Manuel Luna Llorente, de 27, no al-canzaron a defenderse del ataque de cuatro hombres que portaban pistolas nueve milímetros. Para la Policía, las cir-cunstancias que rodean ese hecho no están claras, más aún si tiene en cuenta que casi simultáneamente se cometió un crimen en la entrada a una finca distante sólo unos metros del camino que va a Rocha. A un costado de una cerca, yacía el cadáver del mototaxista Carlos Enrique Castro Herrera, de 41 años y residente en la calle Lomba, en el sector del Cementerio, en Arjona. A un lado estaba su vehículo, una Auteco Boxer, de color azul; además de dos cascos, uno azul y otro rojo. Los investigadores de la Sijín no tienen precisión si la muerte del motociclista ocu-rrió antes o después del ataque a los patrulleros de la Policía. Sánchez y Luna salieron de la estación de Policía de Ca-rreteras, en Manga, a las 8:30 de la mañana del viernes. Uno de sus superiores dice que por lo general recorrían la Variante Mamonal Gambote antes de cruzar en la vía un puesto para revisión de vehículos. La primera versión que se manejó entre las autoridades deja entrever que los patrulleros se hicieron a un lado de la vía para requisar a un motociclista y su pasajero que sospechosamente pasaban por el kilómetro 8. Según el coronel Crisanto Álvarez Rojas, parece ser que otros individuos que también iban en moto pero que estaban más adelantados en la carretera se devolvieron y sin dar espera les dispararon a los policías. Uno de los patrulleros se bajó del vehículo y alcanzó a disparar pero se le acabó la munición. Fue rematado en el suelo. El cuerpo de su compañero quedó dentro de la camioneta. Aunque en el mismo sitio de los hechos las autoridades llegaron a presumir que la muerte de los uniformados obedecería al llamado “plan Pistola” de las Farc para celebrar su aniversario número 45, se estableció que los dos casos de homicidios tendrían relación. Una de las hipótesis que se analiza indica que los asesinos del mototaxista serían los mismos que le dispararon a los dos patrulleros. La mala suerte para los uniformados sería pasar sin saberlo cerca de donde poco antes fue asesinado el mototaxista y encontrarse más adelante con los sicarios. Los funcionarios de la Sijín indagan sobre la presencia del mototaxista en esa zona y si se dirigía a una finca con un pasajero que estaría involucrado en su muerte. Lo que está casi claro es que Castro Herrera fue baleado por la espalda cuando pre-tendía “volarse” la cerca. Recompensa Los coroneles Carlos Mena Bravo y Crisanto Álvarez Ro-jas, comandantes de la Policía en Cartagena y Bolívar, respectivamente, se hicieron presentes en el sitio de los hechos y allí confirmaron más de 5 millones de recompensa para quien informe del paradero de los asesinos de los policías. Rubén Darío Sánchez y Humberto Luna Llorente lle-vaban más de siete años en la Policía de Carreteras. El pri-mero era oriundo de Bucara-manga y residía con su esposa en esta ciudad.
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