La Escuela de Béisbol Los Gigantes de la ciudad de Sincelejo, cumplió un año de estar trabajando y creciendo en su proyección social para beneficiar a niños de escasos recursos económicos.
El plantel deportivo nació como un proyecto de jóvenes estudiantes de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Corporación Universitaria del Caribe, Cecar y ahora es uno de los planteles que más beneficios aportan.
Todo gracias a Roberto Paternina Oyola, Abel Salazar y Eduardo Ozuna, fundadores del plantel deportivo que mostró con gran satisfacción, durante el primer aniversario de la escuela, el “granito de arena brindado a la niñez sincelejana”.
“El béisbol es un deporte caro, pero aun así hemos podido realizar un trabajo social en nuestra ciudad, conjugando el respaldo de padres de familia, la empresa privada y amantes de esta disciplina”, expresó Paternina Oyola.
Gigantes estuvo participando el año pasado por primera vez en los campeonatos de la Liga de Béisbol de Sucre, competencias en donde desempeñó un positivo papel, toda vez que los niños han experimentado un positivo proceso en sus vidas.
“Muchos niños entraron con problemas de hiperactividad y agresividad. No ocupamos los primeros lugares, pero los niños solucionaron estos problemas por medio de la actividad física”, explicó Paternina Oyola.
La Escuela de Béisbol Gigantes cuenta con la asesoría de psicólogo y contador, entre otros profesionales, también egresados de la misma universidad, que se han unido a la noble causa de trabajar por la niñez a través del béisbol.
“En este plantel los niños pueden encontrar ayuda de profesores, en caso de que vayan mal en el colegio, pues lo que queremos es que el béisbol sea un complemento, antes de un medio por el cual llegar a subsistir”, explicó el entrenador.
Al mismo tiempo, la fuente no escondió su deseo de llegar a encontrar talentos que lleguen a ser firmados por los equipos de las Grandes Ligas del Béisbol Profesional de los Estados Unidos.
La Escuela de Béisbol Gigantes trabaja en el Estadio 20 de Enero en jornada matinal, para los niños que estudian en la tarde y vespertina, para los menores que estudian en horas de la mañana.
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