El Mundial Sub-20 despertó la sensibilidad y abrió de nuevo las puertas del Estadio Atanasio Girardot a muchos que lo habían abandonado, temerosos de los desadaptados y de una violencia absurda que nadie quiere volver a padecer.
Padres de familia con sus hijos de la mano portando banderas y camisetas con el tricolor engalanaron durante el certamen juvenil al escenario que hoy es orgullo nacional.
Fueron 20 días de encanto, de ensueño y de goce, algo que se repitio en Cartagena y en todos los otros estadios del Mundial en el país, 8 en total.
Pero ya es hora de aterrizar y en la primera reunión, como se esperaba, afloraron diferencias de conceptos frente al manejo que se le debe dar al estadio en los torneos domésticos, en los que las pasiones y el riesgo son mayores. En nuestra realidad.
La Alcaldía de Medellín no se cansa de repetir: “vallas sí, mallas no”, para separar el campo de juego con las tribunas. La discusión tardaría días sin arrojar un acuerdo, entendiendo como muy positiva la intención de la Administración Municipal. Sin embargo y como dice el presidente del DIM, Jorge Osorio Ciro, “todavía nos falta madurar en ese tema” y los clubes locales sufrirían demasiado con las sanciones de la Dimayor cuando dos o tres hinchas invadan la cancha.
Uno de los líderes de Los del Sur considera que es necesario volver a poner mallas laterales para separar las tribunas “e ir desmontando gradualmente las frontales que hay que ubicar”.
En la reunión del Comité para la Convivencia y la Seguridad en el fútbol de esta semana abundaron las propuestas, pero pocas se concretaron. De ahí que el Medellín, local en la primera fecha ante el Itagüí, haya pedido el aplazamiento del juego para tener más certeza en su accionar.
“Hay muchos temas de logística por implementar”, comentó Libardo Serna, al señalar que el club no está dispuesto a asumir riesgos y exige que haya una separación, con mallas, de las tribunas norte y sur con occidental y oriental, y otras con la cancha.
De una cosa sí está seguro el gerente del Inder, Francisco Gutiérrez: “Mantendremos el sistema de boletería numerada y en eso hay consenso con los clubes”.
El funcionario destacó el logro de trabajar conjuntamente con la Secretaría de Gobierno, el Simpad, la Empresa de Seguridad Urbana, la Policía y los equipos profesionales.
“Vamos a seguir luchando en el fortalecimiento del sistema de seguridad con el puesto de mando unificado, pero igual queremos avanzar en lo tecnológico, que permita el control de ingreso con boletería numerada y huella dactilar. Que tengamos usuarios del estadio, que no sean solo barristas”, contó Gutiérrez.
Agregó que están contemplando algunas alternativas de separación de las tribunas con elementos diferentes a las mallas metálicas y aceptó que esta estrategia es necesaria para la comodidad de la gente, pero no está ligada al comportamiento de los hinchas en las primeras fechas.
Un equipo de ingenieros ya busca opciones que deben ser implementadas, obviamente, ajustadas al presupuesto.
“Las cámaras de televisión interna y la tecnología heredadas del certamen permitirán aplicar todo el peso de la ley a quienes asisten al estadio con intenciones de delinquir. “Tenemos el sistema de cámaras para identificar, cara a cara, a los infractores”.
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