La idea de una unión bancaria, apoyada por varios dirigentes europeos, ha recibido el beneplácito de los bancos, aunque advierten que este proyecto no servirá para resolver la crisis actual ya que, en el mejor de los casos, no verá la luz hasta dentro de varios años.
Ninguno de los dirigentes de los grandes bancos presentes en Copenhague con motivo del Congreso del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), el lobby bancario mundial, se manifestó contra el proyecto, que crearía una supervisión supranacional de las entidades financieras europeas.
Ello implicaría también establecer dispositivos conjuntos para garantizar los depósitos de los clientes.
“Quizá sería útil, al final, en el marco del refuerzo de la integración europea", según Frédéric Oudéa, el director general de Société Générale.
No es tanto la idea, sino las condiciones para ponerla en marcha las que han suscitado el escepticismo de los banqueros presentes.
"Sabemos exactamente lo que es una unión bancaria, ya que tenemos una en cada país", declaró Magnus Uggla, vicepresidente del banco sueco Handelsbanken, en referencia al sistema mutualizado de garantía de los depósitos que ya existe en todos los Estados de la Unión Europea.
"El problema es saber si queremos compartirlo con otros países", agregó.
Una unión bancaria entrañaría una considerable transferencia de soberanía, recuerdan los bancos, que actualmente están supervisados prácticamente solo por una autoridad nacional, pues la Autoridad Bancaria Europea (EBA) tiene escasas competencias.
"La unión fiscal y la unión bancaria son conceptos muy similares", dice el director general adjunto del IIF, Philip Suttle.
Por eso, los bancos se hacen eco de algunos banqueros centrales y dirigentes europeos que no prevén el nacimiento de una institución de este tipo hasta dentro de unos cuantos años.
Para Stefan Ingves, gobernador del banco central de Suecia (Riksbank), estamos hablando de "5, 10 años en el futuro".
Por eso, la unión no solucionará la crisis que azota a Europa ahora, advierten los banqueros.
"Antes de tener un proyecto ambicioso, concentrémonos en la crisis", dijo Jean Lemierre, asesor del presidente del BNP Paribas, Baudouin Prot y negociador jefe durante la reestructuración de la deuda griega.
"Es difícil reconstruir en plena tormenta", dijo Eugene Ludwig, antiguo Comptroller of the currency, uno de los reguladores bancarios en Estados Unidos.
Por el momento, los bancos son favorables a una iniciativa europea para recapitalizar al sistema bancario español.
"Tenemos la unión sobre la liquidez, felizmente", gracias al Banco Central Europeo (BCE), recordó Lemierre, "pero el BCE no puede hacer el trabajo solo, necesita un socio".
"¿En la Unión Europea hay recursos disponibles? Sí. Pues entonces pongamos en marcha el dispositivo para proteger a los bancos europeos", pidió.
Este discurso fue repetido el jueves por los ministros de Finanzas sueco y polaco, Anders Borg y Jacek Rostowski, también presentes en Copenhague.
"Sin esto (la utilización de mecanismos europeos), va a mantenerse la incertidumbre en los mercados", dijo Borg.
El gobierno alemán ha reiterado su oposición a que los bancos de la zona euro en dificultades acudan directamante al fondo europeo de ayuda, el FEEF o su sucesor, el MEDE.
Económica
Los bancos favorables a la unión bancaria, pero no a corto plazo
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