Alcaldes de Montería y Lorica tienen las manos amarradas

Marcos Daniel Pineda y Ulises Sánchez Genes, alcaldes de Montería y Lorica respectivamente están literalmente con las manos atadas por la renuente negativa de los concejales de sus municipios de darles facultades para contratar y suscribir convenios, empréstitos y modificaciones de presupuesto, entre otras. En el caso de Montería, los concejales en sesiones extraordinarias negaron dos de los tres proyectos presentados por el mandatario. En palabras del presidente Domiciano Arteaga no era pertinente otorgarle facultades en pleno debate electoral en el que su madre Nora García aspira a una curul. Y el proyecto para condonar el 70 por ciento de intereses moratorios a los deudores del municipio fue negado porque varios concejales se encuentran entre los morosos y alegaron conflicto de intereses. Pero Marcos Pineda insistió presentarlos en otras sesiones extras, y con nueva coalición mayoritaria, la comisión de presupuesto volvió a negarle las facultades pedidas y le anunciaron que les serán otorgadas después de las elecciones de marzo 14. Frente a estas negativas el alcalde Pineda manifestó que “el concejo no me puede maniatar, independiente del debate electoral, yo no creo que la solución sea retirar los proyectos”, dijo, y agregó que la Alcaldía demanda gastos de funcionamiento que debe atender. “Aquí lo que hace falta es ganas”, enfatizó Pineda. IRRECONCILIABLES En la capital del Bajo Sinú el ambiente es más tenso, pues las relaciones entre el alcalde de Lorica y el Concejo han estado marcadas por el distanciamiento. Y este nuevo período, con la nueva mesa directiva no ha sido la excepción, además por el debate electoral en el que hay divisiones e intereses marcados entre el ejecutivo y las diferentes bancadas del cabildo. Al igual que su colega de Montería, el mandatario loriquero Ulises Sánchez pidió facultades en sesiones extras a la corporación coadministradora, las cuales les fueron negadas, la semana pasada volvió a convocar a extras y el libreto fue el mismo, después de una mesa de diálogos entre mesa directiva, comisiones y un emisario del gobierno municipal. En ambas ciudades parece que el panorama se despejará para sus mandatarios después de las elecciones de marzo cuando ya se hayan definido intereses y se sepa quiénes ganaron el pulso político.