Amenazan a campesinos que recibieron tierras en Córdoba

Los campesinos aún no habían logrado colocar una sola piedra para restaurar sus viviendas en la hacienda Santa Paula, recientemente devuelta por la Unidad de Restitución de Tierras, cuando nuevamente salieron despavoridos.
Varios de ellos recibieron un panfleto en el que les anunciaban que 50 hombres armados incursionarían en la zona, si se atrevían a volver a las tierras que los hermanos Castaño Gil les regalaron en una especie de reforma agraria y que luego los obligaron a devolver.
Pese a la promesa del presidente Juan Manuel Santos, quien presidió la entrega de las 164 hectáreas, quien dijo que habría presencia permanente de la Policía en la zona, nadie se atreve a tomar verdadera posesión de las tierras que reclamaron y que luego el Gobierno les devolvió.
Varios de los líderes de restitución de tierras se mostraron preocupados por la situación que está ocurriendo en Córdoba y por las frecuentes amenazas que están recibiendo.
“Sentimos que nos siguen, que nos vigilan y ahora ya nos mandaron mensajes directos”, dijo una de las mujeres que denunció las amenazas.
Se refirieron al mensaje directo que mandaron los actores armados al asesinar a Ever Cordero Oviedo, líder de desplazados en el municipio de Valencia, justamente un día antes que el presidente Juan Manuel Santos llegara a Córdoba a devolver las tierras a las primeras familias beneficiadas en el proceso de restitución.
“Esa fue una amenaza directa, un mensaje de advertencia que hoy estamos empezando a entender”, señalaron los líderes de restitución, quienes acudieron a la oficina de la unidad de víctimas, ubicada en pleno centro de Montería, para manifestar el temor que tienen.
“En los mensajes nos advierten que hay 50 sicarios en Córdoba dispuestos a ejecutarnos”, dijo uno de los afectados a quien le enviaron un mensaje al celular en el que le advertían que ese sería su final si se atrevía a continuar con el proceso.
Las 60 familias a las que les devolvieron Santa Paula, a quienes además les entregarían un subsidio de 15 millones de pesos para construir las casas, advierten que si no hay las garantías de seguridad necesarias no podrán volver a esos terrenos.
Apenas el 10 de abril recibieron los títulos pero argumentan que prefieren vivir, aún en medio de la miseria y pobreza en la que han estado en los últimos años desde que fueron obligados a abandonar las tierras que los Castaño les habían regalado.
Los amenazados pidieron al comandante de Policía, coronel Jaime Ávila, que les garantice la seguridad. Sin embargo, la institución advierte que hay una unidad de protección encargada de la atención de ellos y que la Policía se compromete a hacer un recorrido permanente por la zona a través del Escuadrón móvil de carabineros.