Certifican a desmovilizados

Satisfechos con el proceso cumplido por más de seis años, nueve personas que se acogieron al proceso de reintegración a través de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) se graduaron de manera simbólica, durante una ceremonia cumplida en el auditorio de la Gobernación de Sucre.
Estas personas que no cometieron delitos de lesa humanidad y que voluntariamente se acogieron al proceso cumplieron con la Ruta de la Reintegración.
Durante el proceso recibieron atención psicosocial, educación, formación para el trabajo, la posibilidad de emprender un negocio propio y cumplieron con un servicio social como acción de reconciliación.
En Sucre, actualmente 640 personas desmovilizadas adelantan su Proceso de Reintegración. En todo el país son cerca de 31 mil 700 los que se han acogido a esta segunda oportunidad que les brinda el Gobierno de reintegrarse y dejar atrás su pasado en los grupos armados ilegales.
La meta de la ACR para finales de este año en Sucre es graduar a 38 personas desmovilizadas de los 1.000 en todo el territorio nacional.
María Vitola, líder del Centro de Servicios de la ACR en Sincelejo, dijo que el proceso de Reintegración desarrolla competencias psicosociales, afectivas y ciudadanas que les permite integrarse a la sociedad de una mejor forma.
Según la profesional, este proceso es exitoso siempre que el reintegrado se mantenga ocupado y se le abra espacios en las diferentes empresas e instituciones para poder seguir trabajando y salir adelante.
Una vez que la persona recibe el certificado de terminación de su Ruta de Reintegración, la Agencia empieza un proceso de monitoreo que se extiende por tres años más, con el fin de acompañar a las personas desmovilizadas que hicieron parte del Proceso.
Las personas que recibieron el diploma que certifica la culminación de la Ruta de Reintegración manifestaron su agradecimiento a la ACR por las oportunidades ofrecidas durante el proceso.
En el acto de graduación, los desmovilizados contaron sus experiencias, como uno de ellos, que tiene un taller para hacer zapatos en el barrio La Pollita de Sincelejo, trabajo que le ha permitido mantener a su familia.
Mónica Jiménez Serpa, funcionaria de la secretaría de Gobierno del Departamento, dijo que la graduación se convierte en un factor importante en el cumplimiento con los compromisos con la población desmovilizada, acompañando permanentemente el proceso.