Continúa el “tire y afloje” en la Universidad de Córdoba

Pasar por el frente de la Universidad de Córdoba se ha convertido en un verdadero “dolor de cabeza” para los cordobeses por las frecuentes protestas que protagonizan sus estudiantes.
No han parado los disturbios desde que el juzgado primero de familia decidió paralizar la posesión de la rectora electa, Alba Durango, luego de una tutela interpuesta por el docente Guillermo Arrázola Paternina, quien aduce que se le violó el derecho de igualdad ya que como fue incluido en el listado de elegibles a última hora no tuvo tiempo de socializar su propuesta ante la comunidad educativa.
Uno de los múltiples procesos judiciales que se han instaurado en los últimos días fue fallado por el Consejo Seccional de la Judicatura. Se trata de un incidente de desacato, también instaurado por Arrázola, quien argumentaba que el consejo superior no había cumplido con la decisión judicial de incluirlo en la lista de elegibles. El fallo fue adverso a Arrázola luego que se comprobara que el consejo sí había acatado el fallo.
Ahora está pendiente la decisión del juez primero de familia, Pablo Díaz Nieves, quien debe negar o confirmar la medida cautelar que tiene suspendida la posesión de la nueva rectora.
Si el fallo es adverso a la rectora, entonces seguramente la Universidad de Córdoba pedirá al Contencioso que dirima la situación y si es favorable se podrá posesionar sin ningún contratiempo.
La carrera es vertiginosa si se tiene en cuenta que la justicia está ad portas de entrar en vacancia judicial y ello podría aplazar el proceso para el próximo año.
Hay que indicar que existen otros procesos judiciales en medio de la polémica por el poder en la Universidad de Córdoba. El rector encargado saliente, Giovanni Argel, también impetró una acción judicial tras ser relevado del cargo para dar posesión a Sol Herrera, quien a su vez había instaurado una tutela porque la habían sacado, sin justificación alguna, del encargo.
Así las cosas la polémica en Unicórdoba parece no tener fin y mientras tanto los estudiantes siguen enfrentándose a la fuerza pública de tal forma que permanentemente hay pedradas y gases lacrimógenos en la puerta de la primera institución de educación superior de Córdoba.