Córdoba se convierte en uno de los departamentos donde hay mayor número de pacientes con enfermedades renales crónicas.
Según las estadísticas de un estudio hecho por el Ministerio de la Protección Social y las Empresas Prestadoras de Salud la prevalencia por cadea 100 habitantes es de 50.17.
El Departamento ocupa el puesto 15 a escala nacional y el segundo en la Costa seguido de Sucre que tiene una prevalencia de 50.28 habitantes. El primero es el Quindío con una prevalencia de 72.28 habitantes.
El mismo estudio revela que cerca de dos millones de colombianos que sufren de Diabetes e Hipertensión podrían estar en alto riesgo de desarrollar una enfermedad renal terminal de no mejorar hábitos tan básicos como la alimentación, el control del peso y dejar de fumar, entre otros.
Según Layla Tamer, directora científica de la Nueva EPS, “muchas personas con enfermedades como Diabetes e Hipertensión Arterial no asisten a control y no toman con seriedad estas enfermedades que pueden generar la pérdida total de sus riñones”.
Los buscan con lupa
Ante el inminente riesgo que tienen los cordobeses de sufrir de enfermedades renales crónicas las Nueva EPS inició una búsqueda con ‘lupa’ de los pacientes para recordarles la necesidad de asistir a los controles.
Se estableció que están ubicándolos vía celular y los conminan a asistir a una valoración médica y a mantener la visita periódica en aras de prevenir mayores daños en la salud, especialmente en el riñón y terminar en proceso de diálisis.
“Es fundamental medir los niveles de azúcar en la sangre y tomar la presión arterial que es lo más importante en éstos casos. Además, es importante un plan de dieta instaurado por el equipo de salud y tomar los medicamentos formulados para prevenir el daño de los órganos causados por la hipertensión y la diabetes” dijo la directora científica de la entidad.
En la Nueva EPS existen 4 mil 700 pacientes y aproximadamente 20 mil en Colombia que sobreviven gracias a la diálisis.
Finalmente dijo que es necesario seguir unas normas mínimas como mantenerse en forma y activo, controlar el nivel de azúcar en la sangre, controlar la presión arterial, comer sano, no fumar, no automedicarse y revisar la función renal.
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