La fundación Niños de Papel volvió a Córdoba

Luego de abandonar la ciudad por diferencias con la saliente gobernadora Marta Sáenz, la fundación Niños de Papel volvió a Córdoba con el fin de manejar el programa de protección a menores.
Luego de firmar un convenio con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar empezaron el manejo de 34 niños en su mayoría iniciando problemas de drogadicción y prostitución.
De acuerdo con lo señalado por el padre Manuel Jiménez, más conocido como el padre Manolo, tienen la mejor disposición para prestar un buen servicio a los niños de Córdoba, dada la experiencia que tienen en el manejo de esos problemas.
El proyecto se inició el 30 de diciembre del año anterior con 34 menores (niños y niñas) en dos casas ubicadas en el barrio Pasatiempo y en Villa Jardín, cerca del centro recreacional Tacasuán.
El director de la Fundación sostuvo que el tiempo promedio de cada menor es de cuatro meses al interior de la casa de tal forma que en este año estarán trabajando con cerca de 90 menores.
“La idea es devolverlos a la familia pero para ello hay que hacer un trabajo muy serio con toda la familia”, indicó el sacerdote encargado de manejar el programa que tiene una larga trayectoria nacional en Bucaramanga en Cartagena donde llevan cerca de 22 años.
El padre Manolo insistió en que el programa de protección será ahora la responsabilidad de un equipo intresdiciplinario de Niños de papel.
Explicó que hay niños abandonados por las ocupación de sus padres y ello debilita la estructura familiar y pone en alto riesgo a los menores.
Se mostró preocupado por la situación de los niños en Córdoba por el alto índice de consumo de droga, porque están incursionando en la prostitución y porque han sido víctimas de los grupos al margen de la ley.
“Somos modelo a escala nacional en el tratamiento para la drogadicción y en caso de requerirse pues habrá que llevar a algunos menores a los centros especializados en otras ciudades”, indicó el sacerdote.
Reiteró que el problema no es el niño sino su entorno y su familia y por ello hay que hacer un trabajo integral que permita la integración familiar para devolver al niño a un hogar donde se le restituyan todos sus derechos.