Ponen la lupa a laguna de oxidación

En una visita de inspección hecha por funcionarios de la secretaría de salud de Montería se pudo comprobar que efectivamente los olores que expele la laguna de oxidación del norte de la ciudad son insoportables.
Lo anterior se dio luego de un derecho de petición realizado por los habitantes de La Castellana, Los Ángeles, Villa Campestre y Monteverde.
En un informe detallado presentado por la funcionaria Diana Karina León Cárdenas se establece que efectivamente se perciben malos olores especialmente en la estación de bombeo, en la vía de acceso y en las comunidades aledañas.
Se evidenció además que en uno de los puntos de descarga de la laguna hay espumas y capa de material vegetal en la superficie del agua residual, situación que debe ser contemplada en el manual de operaciones y de mantenimiento.
De igual forma se pudo comprobar que había varias personas movilizándose a orillas de la laguna sin que hasta el momento se haya logrado establecer si se trataba de personal autorizado o no. Ante eso requirieron a la empresa Proactiva que ejerza mayor control del ingreso de personal hacia ese sitio.
Otro de los hallazgos tiene que ver con que no hay una barrera o cerco perimetral alrededor de las lagunas de oxidación tal como lo contempla la norma.
La Secretaría de Salud insistió en la necesidad de solicitar a Proactiva las acciones adelantadas para mitigar los olores y la proliferación de vectores con el fin de hacerle seguimiento para que el prestador del servicio cumpla con los planes de mejora que se tienen establecidos.
Anunciaron que verificarán sí actualmente los parámetros de eficiencia de las lagunas de oxidación evaluados en los análisis físicos, químicos y bacteriológicos cumplen los límites permitidos por la norma.
“Se deberá trabajar de manera conjunta con la autoridad ambiental competente para realizar el seguimiento a las acciones tomadas por el prestador de servicio y velar por que las medidas correctivas se ejecuten”, indicó la secretaria de Salud de Montería, Martha Ruiz Solera.