Urrá y campesinos, sin acuerdos

Los campesinos están más firmes que nunca en su decisión de mantener bloqueada la vía que de Tierralta conduce a Urrá. Desde la tarde del martes se han venido reuniendo con los directivos del proyecto hidroeléctrico sin que hasta el momento hayan logrado un acuerdo. Cerca de 400 personas están impidiendo el acceso a la presa hasta tanto les cumplan algunos compromisos pactados por Urrá S.A como la titulación de los terrenos a los cuales fueron trasladados. La fuerza pública se encuentra en la zona con el fin de evitar disturbios pero los campesinos han señalado que la protesta es pacñifica y justa y que están reclamando porque fueron sacados de su hábitat para morir prácticamente de hambre en el lugar donde se encuentran actualmente. Para dialogar con los manifestantes fue designado el directivo Rafael Piedrahita quien ha pedido mesura para que la situación no se salga de las manos. PRESENTAN BALANCE En el marco de la polémica que han desatado los campesinos el presidente de Urrá. S.A., Alfredo Solano Berrío, presentó un balance sobre las gestiones que han venido adelantando en beneficio de la comunidad. Dijo que actualmente se apoyan a través de la Fundación Santa Isabel y su Centro de Educación Ambiental Chapinero localizado en el municipio de Tierralta, proyectos que involucran a población estudiantil, adulto mayor y mujeres desplazadas. Manifestó además que la Fundación, que ejecuta el plan de educación ambiental de Urrá en los municipios de la cuenca del río Sinú, en convenio con el SENA, presta sus instalaciones para que reciba a estudiantes a partir de noveno grado de Tierralta y Valencia con el objeto de que estudien cursos técnicos cuya duración es de un año. De igual forma sostuvo que los estudiantes e instructores tienen derecho a usar las instalaciones para sus clases regulares y adelantar sus prácticas debido a la óptima adecuación del Centro Chapinero. De otra parte, anotó que asisten al Centro Chapinero un grupo de 20 mujeres desplazadas y hombres de la tercera edad. Las primeras, quienes residen en el barrio Alfonso López de Tierralta desarrollan este año un proyecto de piscicultura en cinco estanques donde siembran cachama y bocachico y que la fundación les facilita los estanques, alevinos y los insumos para que ellas, previa capacitación, elaboren alimentos orgánicos destinados a los peces. “A través de estos proyectos estamos llegando a las comunidades de su área directa de influencia mediante el apoyo a la erradicación de la pobreza extrema, sostenibilidad del medio ambiente, fomento de asociación y acceso a la educación universal.