Es quizás la primera vez en la historia del cine colombiano que en tan sólo quince días entren al circuito comercial cinematográfico tres películas colombianas y esto sucede con el estreno desde ayer, viernes, de “Locos”, la nueva película de Harold Trompetero.
El seis de mayo se estrenó “En coma”, la ópera prima de Juan David Restrepo que en sólo dos fines de semana ha superado los cien mil espectadores, relatando una clásica historia de amor imposible, en medio de la vertiginosa violencia de una ciudad como Medellín.
Ocho días más tarde (13 de mayo) se lanzó “Karen llora en el bus”, una película intimista que gira entorno a las relaciones humanas que con sólo 10 copias ha llamado la atención de un público selecto curioso de este tipo de propuestas.
Ahora el turno es para “Locos”, la octava película del director Harold Trompetero, quien siempre ha buscado contar historias de formas diferentes, desde la comedia ligera hasta el drama psicológico puro.
Es el caso de las producciones que dirigió de Dago García, “Muertos de susto” (2007) y “El paseo” (2010), esta última siendo la película colombiana más taquillera del cine nacional.
Junto a ellas, “El Man: El Súper Héroe Nacional” (2008), la cual no generó interés alguno en el espectador colombiano. Sin embargo, ese mismo año presentó “Riverside” (2008), la intensa historia de una pareja de colombianos que luego de vivir 30 años en Nueva York no se adaptan a dicha ciudad.
Sin olvidar “Dios los junta y ellos se separan” (2006), la experimental cinta “Violeta no esta muerta” (2005) y su ópera prima “Diástole y Sístole” (2000).
Un amor demencial
El amor siempre ha estado ligado a la locura y partiendo de ello nace “Locos”, la película que Trompetero co-escribe y dirige, siendo protagonizada por Marcela Carvajal y César Badillo, en una bella historia donde el amor traspasa todo tipo de barreras, incluso la locura, sumergiéndose en el caótico mundo de la demencia y perdiendo todos los estribos, sin censura y sin límites este amor candente.
“Locos” está contada a través de un relato poco tradicional que cuestiona los límites entre la racionalidad y el estado de la locura, con un personaje como Eduardo (César Badillo), un pintor de brocha gorda que llega a un manicomio para hacer algunas reparaciones locativas.
Es allí donde se enamora de Carolina (Marcela Carvajal), una de las pacientes que sufre de esquizofrenia paranoide. Sin entender el porqué Eduardo decide llevársela con él, tratando de sacarla de ese estado en el que se encuentra, en medio de locuras y de sacrificios descubre que a pesar de lo que haga el amor entre ellos todo es caso por fuera de la institución mental, por lo que decide regresarla a donde debería estar, sin dejar la convicción de que ella es su amor verdadero y que hará hasta lo imposible para estar juntos.
Esta película fue rodada durante 31 días en locaciones como el manicomio de Sibaté y la Calera (Cundinamarca), contó con la participación de Gerardo Pinzón como coguionista, con la producción ejecutiva de Carolina Barrera y la producción general de Harold Trompetero Producciones.
No es la primera película de Trompetero en la que participa Marcela Carvajal, en “Diástole y Sístole” realizó una labor notable en uno de los personajes principales junto a Nicolás Montero.
César Badillo es reconocido en el mundo del teatro con sus siete obras dirigidas, además de su participación en diez largometrajes, como “La Gente de la universal”, “Soplo de vida”, “La sombra del caminante”, la cual protagonizó. Además, también mostró todo su talento en “El carro”, “La historia del baúl rosado” y recientemente “Yo amo Ana Elisa”.
Una película de amor entre las paredes de un manicomio, donde la locura no es tan diferente a la esquizofrenia que vive la sociedad actual.
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