150 estudiantes afectados por basuras

Aproximadamente 150 estudiantes del colegio Lucila Zapata, ubicado en inmediaciones del mercado público de Cereté, denunciaron que vienen siendo afectados por el amontonamiento de basuras en los contenedores ubicados en la parte de atrás de la institución. Indican que los desechos también los arrojan en los canales de desagüe, situados sobre la vía que de Cereté conduce a Ciénaga de Oro y que a cualquier hora del día hay vísceras de pescado en plena vía y restos de vacas que son devorados por los goleros. Los estudiantes señalaron que no soportan los olores fétidos y, por ello, tuvieron que diseñar un plan de contingencia para tomar clases parciales. En la zona se declaró la emergencia sanitaria, pero los docentes hacen un llamado a las autoridades para buscar una solución toda vez que las basuras que son depositadas en contenedores ubicados en la vía pública luego son dispersadas por los recicladores. “Muchas personas que residen cerca y a las cuales Coraseo no les recoge las basuras vienen a botarlas allí. Eso es una situación muy incómoda, pues tenemos niños en edades de 2 años hasta los 15. Recurrimos hasta la Secretaría de Salud para que arreglen el problema y posteriormente nos enviaron a las oficinas de la empresa recolectora de basuras. Se hicieron unos compromisos, pero no han cumplido es muy poco lo que hemos podido lograr”, explicó Adela Centeno Roca, directora del colegio. MARCHA PACÍFICA Los padres de familia de la institución educativa Lucila Zapata también cansados de la situación y de los malos olores realizaron en la calle una marcha pacífica. Con pancartas en manos y megáfonos, acompañados por estudiantes y profesores, llamaron la atención de las autoridades municipales encargadas en solucionar el caso. “Cómo es posible que ese problema no se haya resuelto siendo una situación tan vieja y conocida en el municipio”, dijo uno de los padres que participó en la marcha. Insistieron en que los contenedores no tienen la suficiente capacidad, no tienen tapas y les falta mantenimiento. Explicaron que al momento de recoger los desechos, los trabajadores de Coraseo los vierten al piso y luego son recolectados a pala, dejando posteriormente residuos que incrementan el problema sanitario.