A colegios del San Jorge no sólo les faltan salones y sillas

Techos caídos y agujerados, paredes deterioradas, falta de baterías sanitarias, de escenarios deportivos múltiples son, entre otros, los problemas comunes que se encuentran en la mayoría de las instituciones educativas de los municipios del San Jorge cordobés. A medida que las personas se alejan de los centros urbanos de los municipios se deja ver la miseria en que están decenas de escuelas y colegios rurales, donde estudiantes y profesores trabajan con las “uñas” y en condiciones no aptas. Mientras en las alcaldías y la Gobernación aparecen jugosos contratos que de haberse ejecutado y planificado, muy seguramente otra fuera la realidad de los estudiantes. Así como usted encuentra escenas patéticas, de escuelitas a punto de caerse, también hay otras que generan desconcierto como aulas que fueron construidas y en menos de un año se cayeron, otras no alcanzaron a ser inauguradas, presentaron grietas y hoy están en ruinas. La Institución Educativa Belén, ubicada en el corregimiento que lleva el mismo nombre en el municipio de Buenavista, se encuentra en precarias condiciones que impiden que sus estudiantes puedan desarrollar sus jornadas académicas completas. En el establecimiento educativo citado es común encontrar por ejemplo, que cinco grupos de estudiantes están sin aulas de clases. Además, las baterías sanitarias son insuficientes, sólo hay dos baños para más de 400 alumnos y los pupitres en su mayoría están inservibles. Igualmente, por falta de aulas, cinco cursos tienen que ingeniárselas para recibir sus clases. Pero eso no es todo, hace 12 años ese mismo establecimiento educativo no sabe lo que es una dotación de material didáctico y allí también tienen dificultades por limitaciones para lograr un buen rendimiento académico. Estudiantes, padres de familia y profesores manifiestan que han hecho las gestiones ante las instancias pertinentes para la construcción de nuevas aulas, baterías sanitarias y el suministro de pupitres, pero no han obtenido respuesta. Esa es la realidad de una institución educativa en el municipio de Buenavista, que está más cercano a Montería, con relación a otras localidades como Ayapel, Montelíbano y Puerto Libertador, donde hay plantas físicas bastante deteriorada y en las baterías sanitarias, que son relativamente nuevas, los tanques elevados quedaron mal colocados y el agua se sale permanentemente dañando las paredes y el piso de los baños. A pesar de los alegres balances que hacen los gobiernos locales y seccional hoy se puede decir que los colegios públicos están muy abandonados. En materia de recreación todo está por hacer no hay espacios deportivos y los docentes tienen que llegar hasta plazas y placas en concreto para hacer educación física o practicar algún deporte con sus alumnos. Los educadores coinciden en indicar que es necesario un mejor ambiente, cuando los niños tienen buen ambiente escolar rinden más.