En La Esperanza hay cosas que huelen demasiado mal

El cementerio se ha convertido en otro gran problema por deficiencias que presenta en su infraestructura y cuando llueve las aguas que salen del Campo Santo. Algo huele mal en el barrio La Esperanza de Planeta Rica y no se trata simplemente de una frase oportuna. Basta hacer un recorrido por este sector para darse cuenta de esta realidad. Mientras en una parte del barrio los malos olores provienen de algunos basureros a cielo abierto que proliferan, en la otra parte del populoso sector las quejas son por la contaminación que genera una laguna de oxidación. Pero no solo esa es la problemática de este importante barrio de Planeta Rica. También la contaminación de los canales de aguas lluvias por el depósito de basuras y escombros genera un ambiente de podredumbre en el referido lugar. Aunque las quejas son muchas, en ninguno de los casos las autoridades cumplen con los procesos de estudio y solución de la problemática, asegura un habitante de dicho barrio. Las dificultades son muchas, los esfuerzos de las autoridades pocos y para conocer los problemas ambientales de Planeta Rica no basta sino llegar al barrio La Esperanza y respirarlos. Por su parte, algunos representantes de la Administración Local y la empresa Seacor; encargada del servicio de aseo, advierten que el problema no es sólo de las entidades, sino de la falta de cultura ciudadana que existe en la ciudad para la conservación y respeto de su medio ambiente. Pero lo que se preguntan los habitantes del barrio La Esperanza es: ¿qué hacer con las basuras?, si la empresa Seacor demora hasta un mes para pasar por algunas de las calles de este barrio. La laguna de oxidación El desagradable olor que provoca la laguna de oxidación ubicada en los alrededores del barrio tienen preocupados a los habitantes de La Esperanza. Una de las principales causas de la contaminación es la falta de mantenimiento de la represa de oxidación, que cuando llueve los vecinos tienen que salir corriendo toda vez que no soportan los malos olores. Este barrio que cuenta con un paisaje natural, hoy se ha convertido en el lugar que recoge varios focos de malos olores y enfermedades. Los moradores del sector dicen que es increíble el abandono en que se encuentran y expresan que esto no puede seguir así, toda vez que los olores son demasiado fuertes y nadie hace nada. Por su parte, muchos de los habitantes han tenido que suspender sus salidas a hacer ejercicio por el mal olor que se percibe en las calles del barrio. Basureros a cielo abierto Los basureros a cielo abierto siguen siendo uno de los focos de contaminación ambiental más difícil de controlar. En este barrio se perciben los olores que genera la descomposición de la materia orgánica que se acumula en estos depósitos de basura que hay en los alrededores del barrio. Lo peor de toda esta situación es que no existe autoridad ambiental alguna que ejerza un control sobre estos graves problemas ambientales, lo cierto es que el impacto de los basureros a cielo abierto se prolongará por varios años más. La comunidad sólo espera que se controle la fetidez que con el pasar de los días se vuelve cada vez más insoportable. Un vocero de la comunidad indica que la Administración Local y la Personería deben hacer algo para que la empresa Seacor pase a recoger los desechos con mayor frecuencia, pues casi todo el barrio, cuando cae la tarde, destila un olor a basura descompuesta, expresan habitantes del sector. Cementerio otro problema El cementerio se ha convertido en otro gran problema por deficiencias que presenta en su infraestructura y cuando llueve las aguas que salen del Campo Santo anegan las viviendas adyacentes. La situación comienza a salirse de las manos de algunos vecinos al cementerio que cada día ven más complicado el contexto, por que las aguas alcanzan niveles altos dentro de sus viviendas. Olor a caño azota el barrio Los canales de aguas lluvias del sector se han convertido en otros generadores de contaminación en La Esperanza. Los habitantes de este sector ya no soportan los malos olores que se presentan en estos lugares por la acumulación de basuras y escombros. Las consecuencias de toda esta contaminación no cesan en la comunidad y los niños han sido las principales víctimas, precisan líderes del barrio. Pues ya se han presentado casos de paludismo, diarrea, brotes en la piel y hasta dengue. Además se han presentado muchos casos de enfermedades respiratorias de los niños por los fuertes olores. Y ni hablar de la cantidad de moscas y zancudos que existen, es impresionante, precisan los residentes en dicho barrio. Calles intransitable La situación de La Esperanza, es de completo abandono, pues son pocas las calles por donde se puede transitar, casi todas están en mal estado, son unos caminos de herradura. En algunas calles debido a su mal estado, la maleza crece, por lo que los habitantes del barrio La Esperanza piden a las autoridades locales tenerlos en cuenta al momento de distribuir el erario público, al hacer los planes de: inversión y desarrollo.