José Pérez Solano junto a su esposa Josefina Díaz y sus cuatro hijos, protagonizaron una inusual protesta en el patio de la Secretaría de Tránsito de Montería, encadenándose en el interior de una microbuseta. Esto para exigir la salida del vehículo de su propiedad, el cual fue inmovilizado en diciembre de 2009 presuntamente por falsedad en la tarjeta de operación de transporte público. Según Pérez Solano, el documento le fue entregado en la empresa en que inscribió su vehículo, pero la carga de la infracción se la anotaron a él. Desde entonces ha iniciado trámites ante las autoridades para volver a su actividad, pero no a obtenido solución. Ayer, presa del desespero y del hambre protestó pero tampoco obtuvo respuesta de ninguna autoridad. Al sitio llegó una delegada del ICBF a verificar las condiciones de los menores que fueron recogidos por familiares.
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