Montería quiere la paz

Si de algo quedaron convencidos los violentos es que Montería quiere la paz. Una marcha en la que participaron cerca de 10 mil personas fue la mejor muestra de la preocupación que tienen los habitantes de la capital cordobesa por el incremento de los crímenes. Hasta la fecha han sido asesinadas 60 personas en Montería y cerca de 400 en todo el Departamento, hecho que despertó la sensibilidad de un pueblo ávido de paz y tranquilidad. A las 7 de la mañana de ayer la marcha partió desde la principal del barrio La Granja. Las autoridades, instituciones educativas, gremios, sociedad civil, transportadores, taxistas, educadores, niños, adultos y ancianos clamaron por la paz. La marcha fue encabezada por el alcalde de Montería, Marcos Daniel Pineda; el comandante de policía, Pedro Ángelo Franco; el secretario de gobierno departamental, Jairo López Covo; la defensora del pueblo, Julia Rodríguez, quienes pidieron a los violentos cesar su accionar. MONTERÍA SE CANSÓ La marcha recorrió las principales calles de la zona céntrica de la capital. Con camisetas y bombas blancas la comunidad dejó un mensaje claro a las bandas criminales que han venido sembrando el temor y la zozobra. Desde La Granja se movilizaron a la avenida Primera, luego por la carrera tercera llegaron hasta los bajos de la Alcaldía donde se ubicó una tarima en la cual estuvieron las autoridades. Montería se paralizó ayer. No hubo actividades laborales, ni académicas en la mayoría de las instituciones con el fin de garantizar su presencia en una de las marchas más concurridas de los últimos tiempos. La iniciativa empezó como un gesto de preocupación por parte del gremio de taxistas toda vez que siete de ellos han sido asesinados en Montería. Sin embargo, se hizo extensiva a los gremios y ciudadanía en general y todos decidieron participar en la protesta contra los actos violentos. FUERA LOS VIOLENTOS El alcalde de Montería, Marcos Daniel Pineda García, indicó que Montería se cansó de la violencia y que en esta sección del país no tienen asiento. “Fuera los violentos de Montería, fuera los criminales, Arriba la paz”, gritó el alcalde en medio de la multitud que soltó bombas de helio blancas para que hasta los cielos llegara el clamor de paz. Dijo que la violencia no se combate con más policías sino con una comunidad comprometida que rechace los crímenes y que se una en aras de derrotar a los violentos que son menos. “Montería derrotó la indiferencia”, señaló el mandatario visiblemente complacido por la respuesta que dio la comunidad a la convocatoria hecha por la administración en aras de llamar la atención por los constantes crímenes que se están dando en la ciudad y en todos los municipios de Córdoba. Entretanto, la defensora del pueblo, Julia Rodríguez, alertó por la difícil situación de orden público que se vive en Córdoba e hizo un llamado a los violentos para que respeten la vida. “Sólo Dios puede disponer de la vida de los hombres”, indicó la funcionaria. Hacia el mediodía de ayer aún se oía el eco de los gritos de paz que clamó la ciudadanía en un claro gesto de hastío por la ola violenta. Desmovilizados en la marcha La Alta Consejería Presidencial para la Reintegración, a través de su Centro de Servicios en Montería, participó junto con la población desmovilizada en la marcha denominada “Juntos contra la Violencia”. Alzaron su voz en contra de la violencia de la que también han sido víctimas desde que se inició el proceso. Más de 200 personas en proceso de reintegración exigieron a los violentos que no utilicen a Córdoba como escenario de su accionar. Además, los participantes del proceso de reintegración tuvieron a su cargo la realización de un acto simbólico de cierre, en el cual enviaron mensajes en pro de la reconciliación y realizaron una actividad con el eslogan de la marcha y elevaron unos globos blancos como símbolo de paz. Julia Buelvas, líder del Centro de Servicios Montería de la ACR, sostuvo que: “Esta fue oportunidad visible para que los desmovilizados en proceso de reintegración demuestren el proceso de cambio positivo que han tenido y la necesidad de que haya una verdadera reconciliación entre todos los actores de la sociedad”.