El obispo de Montería Julio César Vidal fue autorizado por el presidente de Colombia Álvaro Uribe para negociar con las temibles bandas que protagonizan una sanguinaria guerra en Córdoba y Urabá, señaladas como bandas emergentes del paramilitarismo y narcotráfico.
Monseñor Vidal indicó desde la Conferencia Episcopal en Bogotá, que “ellos están dispuestos a un cese de hostilidades y someterse a la justicia donde el gobierno les dé un espacio de reconciliación”.
El representante de la Iglesia en Córdoba había lanzado esta propuesta el año anterior cuando se agudizaba el enfrentamiento entre las mencionadas bandas, pero fue desestimada por las autoridades.