Políticas

25 de septiembre, de 2009 TREMENDA RABIA El Ministro de Defensa, Gabriel Silva, cogió tremenda rabia con una pregunta inquisidora y oportuna hecha por el periodista radial Domingo Cogollo Narváez. Todo ocurrió durante la rueda de prensa que ofrecieron al terminar el consejo de seguridad que se llevó a cabo en Montería cuando al Ministro le preguntaron sobre la corrupción al interior de las fuerzas militares. Tal vez sin pensarlo mucho el Ministro respondió: “En todas partes hay corrupción”. Esa respuesta motivó al periodista a contrapreguntar: ¿O sea que está justificando la corrupción Ministro? Y ahí fue Troya. Silva pidió respeto y pidió valentía a los comunicadores para que denunciaran hechos concretos si tenían conocimiento de algunos casos. No disimuló la ira e increpó al periodista quien no hizo nada distinto sino contrapreguntar de manera adecuada ante una respuesta tan fuera de tono, señalaron los presentes. CON PARDO El representante a la Cámara José de los Santos Negrete está haciendo campaña con miras a la consulta del próximo domingo. El congresista está haciendo campaña para que sus amigos voten por el precandidato presidencial Rafael Pardo. Como se recordará Negrete Flórez renunció al partido conservador para continuar en el partido liberal indicando que no encontró en los jefes de la colectividad el apoyo necesario para ejecutar las obras que se requieren en algunas regiones. Negrete ha ido donde todos sus amigos y seguidores con tarjetón en mano para enseñarles cómo votas de tal manera que Pardo tenga en Córdoba la máxima votación en la consulta. FUE EL VOCERO El alcalde de Cereté, Rafael Chica, fue el vocero encargado de expresar la molestia que sintieron varios mandatarios a quienes citaron en el hotel Sinú desde las 12:30 con el fin de reunirse con los altos mandos militares y nunca atendieron. Se molestaron porque el único que pudo entrar al consejo de seguridad fue el alcalde de Montería, Marcos Daniel Pineda, pese a que los problemas de orden públicos son generales en Córdoba. Otro de los que estaba bien molesto era el alcalde de Cotorra, Martín Jalal, quien calificó la espera de tres horas como un abuso.