En La Apartada las aguas se llevan obras como husillos y deterioran aún más el estado de las calles, incluso las elecciones de hoy se vieron sometidas a algunos cambios por cuenta de las inundaciones. Las crónicas de los habitantes del San Jorge cordobés relatan que la región viene siendo afectada duramente por las inundaciones desde la década de los ochenta, cuando la mayoría de las poblaciones ribereñas quedaron anegadas por las aguas de la artería fluvial. Inicialmente se pensó que era algo de relámpago, pero debido a las fuertes inundaciones que se presentan cada año, los habitantes comienzan ver que es un problema muy complejo y que genera millonarias pérdidas en todos los sectores económicos y sociales que funcionan en la jurisdicción. Hoy, cuando apenas arranca la temporada invernal hay más de 1.250 familias damnificadas en los municipios de Montelíbano y La Apartada, localidades que tienen barrios y poblaciones rurales próximas al río San Jorge y a las quebradas San Mateo, La Raya y Mucha Jagua. A pesar de la situación que se presentó en el año 1988, donde las pérdidas fueron millonarias por las inundaciones y la repetición que se ha dado a lo largo de los últimos 22 años, ha florecido el progreso con la construcción de casas, templos religiosos y una que otra obra de las administraciones locales. La población también ha crecido notablemente. Había poblaciones como Puerto Córdoba en Buenavista, que sólo tenían unas cuantas casas de bahareque y hoy cuentan con un grueso número de habitantes que tienen acceso a algunos servicios básicos, como energía y un micro acueducto, el cual también es obstruido por las inundaciones. Existen numerosas referencias que desde los primeros asentamientos en la zona ribereña del San Jorge y a pesar que anualmente las lluvias inundan barrios, veredas, corregimientos, caseríos y cultivos, la gente no se ha mudado de esos lugares, muchos de los cuales quedan por un buen tiempo casi incomunicados con el resto de las poblaciones y sólo se circula en canoas por los alrededores. Hoy, después de luchar por más de 20 años contra el fenómeno de las inundaciones, en poblaciones rurales como El Puente se sigue inundando totalmente, obligando a pensar a muchos de los habitantes en trasladar el pueblo a otro lugar mucho más alto, puesto que en los últimos años han estado a punto de desaparecer, debido, principalmente, a la crecida del río San Jorge, que anega toda la zona en kilómetros a la redonda. Carmelo Martínez, corregidor de El Puente, dice que desde el lunes anterior, luego de esa tempestuosa lluvia nuevamente se inundó el pequeño poblado e indica que se está pensando seriamente en socializar la idea de reubicar al corregimiento. Según el líder comunitario, la falta de muros de contención hace que una vez se crezca la arteria fluvial se sale del cauce e inunda a más de 40 viviendas y afecta a más de 100 familias. Cecilia Ozuna, una comerciante de la población rural, precisa que “los días de inundación son malísimos para las ventas, pero uno no se quiere ir porque tiene sus lotes y construcciones que a lo largo de una vida ha logrado y, además, la mayoría de las personas vive de la pesca y la agricultura y vivir aquí les facilita estas actividades”. Pero si en El Puente llueve, en el casco urbano de La Apartada no escampa, once barrios: El Oriente, La Balsa, Tierra Santa, San Mateo, San Carlos, El Retorno, La Raya, 24 de Noviembre, Montelíbano y otros están anegados por las aguas de la quebrada San Mateo. En esta oportunidad la referida quebrada anegó sectores céntricos de La Apartada. Es el caso de la carrera 9 con las calles 22, 23 y 24, donde las aguas se tomaron las vías urbanas y se adentraron en numerosas casas. Allí encontramos al licenciado Carmelo Rodríguez, en compañía de varios vecinos avivando las llamas de un improvisado fogón en medio de la calle, en lo que ellos llaman una olla comunitaria para afrontar la crisis que generan las inundaciones. Como vemos esta no es una vida fácil, pero debido a la pobreza que reina en la mayoría de poblaciones rurales y barrios, la gente ha tenido que acostumbrarse a vivir en medio de las inundaciones y después en la humedad. En La Apartada, las aguas se llevan obras como husillos y deterioran aún más el estado de las calles. Hasta las elecciones de la segunda vuelta presidencial que se celebran hoy, domingo, se vieron sometidas a algunos cambios por cuenta de las inundaciones, debido a que las aguas anegaron la escuela del corregimiento El Puente, este puesto de votación pasó al casco urbano, donde también hubo que cambiar de puesto, de la Institución Educativa Luís Fernando González Botero a la Daniel Alfonso Paz. Llegamos a Montelíbano, como en los anteriores lugares, la Alcaldía apoyada en la Defensa Civil hacía llegar ayudas alimentarias y las ollas comunitarias eran el común denominador en los siete barrios afectados; 11 de Noviembre, Mucha Jagua, La Esperanza, La Pesquera, San Luís, La Lucha, Loma Fresca y dos poblaciones rurales. Héctor Taborda, coordinador de la Defensa Civil en Montelíbano, dijo que el río estaba bajando y que se esperaba que continúe con esa tendencia, al tiempo que dijo que en la capital niquelera de América hay 554 familias afectadas por la ola invernal. Finalmente, podemos decir que las últimas inundaciones que lamentablemente han sufrido las poblaciones ribereñas del río San Jorge no han sido las más extremas y menos una rara excepción, sino que desde siempre esos puntos de la geografía cordobesa son azotados en los meses de invierno con torrenciales lluvias y por la crecida del río que presenta problemas de sedimentación y con facilidad se sale de su cauce. Lamentablemente les es muy costoso evacuar el exceso de agua rápidamente porque su terreno es casi plano y el suelo la absorbe con dificultad. Cada vez que la zona se inunda se tiene que esperar por lo menos dos meses para que todo vuelva a la “casi normalidad”. La CVS La Corporación Autónoma de los Valles del Sinú y San Jorge (CVS) indicó que monitorea la cuenca del río San Jorge y dijo que en el caso de la quebrada Mucha Jagua se observan zonas críticas conformadas por casas construidas encima de los taludes de la quebrada, constituyendo una violación a las normas de rondas hídricas y suelos de protección, situación que ha sido informada por CVS a la Alcaldía de Montelíbano en reiteradas oportunidades. En el municipio de La Apartada se presentan inundaciones en el casco urbano, así como también una interrupción de aproximadamente 600 metros de la vía que de la Apartada conduce a Ayapel, esto por desbordamiento de la quebrada La Raya. Ayer el IDEAM mantenía la alerta por crecientes súbitas, debido a las altas lluvias en la parte alta de la cuenca del río San Jorge.
Regional
Van 22 años de calvario por cuenta de las inundaciones
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