Los atentados contra estudiantes están a la orden del día en la capital monteriana. El pasado jueves a las 2 de la tarde dos sicarios que se movilizaban en una motocicleta atentaron contra la vida de Ramón García Ronco, un menor de 16 años. De acuerdo con las primeras versiones los hechos ocurrieron en la vereda El Carreto cuando el estudiante regresaba del colegio. Habían pasado escasas horas cuando otro joven había sido muerto a manos de sicarios en el barrio Rancho Grande de Montería. Se trataba de Luis Fernando Vergara Enamorado, de 17 años de edad, quien estudiaba en un instituto y trabajaba en Apuestas de Córdoba. En el caso del jueves en la tarde las primeras versiones señalan que el estudiante se movilizaba en una bicicleta en la vía que de Guateque conduce a Carreto y que dos hombres lo interceptaron y sin mediar palabra le propinaron varios impactos de arma de fuego en la cabeza y el cuello. El joven cayó de inmediato al piso con su rostro bañado en sangre. Decidó hacerse el muerto para evitar ser rematado por los sicarios que al creerlo sin vida emprendieron la huida hacia la vía que conduce a Montería. El estudiante de sexto grado de bachillerato fue trasladado de inmediato al hospital San Jerónimo de Montería donde es atendido bajo estrictas medidas de seguridad. Varios testigos del hecho indicaron que cuando García Ronco se percató que los sicarios se habían alejado del lugar se paró del suelo y pidió ayuda a un mototaxista que pasaba por el lugar. Botaba sangre a chorros pero la lucha contra la muerte pudo más que el temor que le hubieran producido los impactos de bala. El mototaxista a quien le solicitó el servicio pasó de largo tal vez sin pensar que un minuto es clave para salvar una vida. Ante la negativa del mototaxista el estudiante siguió pidiendo ayuda pero nadie hizo la obra de caridad hasta que los policías del CAI de Galilea se enteraron de lo ocurrido y fueron en su ayuda. Lo trasladaron de inmediato al centro asistencial y luego dieron aviso a sus familiares para que se pusieran al frente de la situación y consiguieran la sangre que se necesitaba para adelantarle una operación pues el tiro entró por su cara y salió por la parte trasera de su cabeza. La madre del menor, Dominga Ronco, en medio de lágrimas indicaba que no sabía las razones por las cuales habían atentado contra su hijo pues es un estudiante que no tiene problemas con nadie.
Sucesos
Dos sicarios atentaron contra otro estudiante en El Carreto
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