Mauro no delata a sus agresores

Nadie puede entrar a la habitación de la clínica Montería donde se encuentra Mauro Seña Díaz, el niño de 10 años que fue encontrado casi moribundo en Los Garzones. Dos misteriosas llamadas hechas al celular de su padre hacen prever que alguien podría querer hacerle daño. “¿Cómo sigue el niño? Queremos orar por él”, ha dicho una mujer que dice pertenecer a un grupo de oración. Tal vez sea cierto que haya alguien interesado en rezar por la deteriorada salud del niño quien debe ser sometido a una nueva cirugía para recuperarlo de las múltiples fracturas que tiene en el maxilar, pero el manto de dudas que hay sobre el hecho hace que su familia esté temerosa. Solo su padre, Celso Seña, y uno de sus tías puede entrar a la habitación que además está debidamente custodiada por la Policía. LAS PRIMERAS VERSIONES Es un hecho que el menor de cuatro hermanos, miembro de una humilde familia que reside en Los Garzones ya puede hablar. Sin embargo, su padre Celso Seña dice que aún no se ha referido a lo que le ocurrió desde el viernes cuando desapreció de su vivienda. De manera extraoficial se indicó que el menor había dicho que se había escapado voluntariamente de su casa y que las múltiples fracturas se las había hecho al caerse. Sin embargo, esa versión tendría mucho de largo y de ancho. Su padre, un trabajador de acabados de construcción, indica que no tiene problemas con nadie de tal forma que descarta una venganza. Lo que nadie se explica es quién ayudó a Mauro a llegar hasta la orilla de la vía para que dos areneros que pasaban por el lugar pudieran encontrarlo. Inicialmente se dijo que se había arrastrado desde un paraje solitario hasta alcanzar la orilla de la vía. Sin embargo, esta versión fue descartada por uno de los vecinos del lugar, Miguel Gedeón quien dijo que había recorrido palmo a palmo el basurero donde estuvo el menor y no hay la más remota posibilidad que se hubiera arrastrado por la cantidad de bejucos que hay en la zona. “Yo digo que al niño lo pusieron allí entre las 5:30 de la mañana y las 5:40 porque unos hombres que habían pasado a las 5 de la mañana no vieron nada en el camino”, indicó Gedeón, quien hizo el recorrido hasta llegar al sitio donde aparecía la maleza marchita y donde fue hallado el pantalón del menor. LE HABÍA PEGADO El padre del menor no negó las versiones entregadas por algunos vecinos en el sentido que le había dado dos correazos a su hijo por no querer hacerle caso a su mamá. Su madre, Iris Díaz es una mujer que tiene problemas de artritis y está prácticamente reducida a una cama. A Mauro le toca bañarla, vestirla, cocinarle los alimentos, darle la comida, comprar la droga. En fin le tocaba hacerse cargo de su madre convaleciente. El día que ocurrieron los hechos no quiso vestirla y por ello su padre le pegó en dos oportunidades. “Yo le pegué como cualquier padre lo hace con su hijo pero no le dejé marcas ni nada”, dijo el padre quien ayer en la mañana llegó a su humilde vivienda a dar información sobre el avance de la salud del menor. “El estado de salud del niño está avanzando satisfactoriamente pese a que ya le hicieron una operación”, dijo el padre quien dijo que no ha comentado nada de lo ocurrido a las autoridades porque está confundido. “Estamos corriendo el riegos y me gustaría que la policía nos prestara atención para que nadie nos haga daño”, dijo el obrero quien señaló que los agentes de policía no han hecho ronda por la casa, ni los han visto por el lugar. Con relación a los autores de la agresión dijo que primero que todo está la recuperación del niño. “No sospecho de nadie porque no tengo enemigos, ni he tenido problemas con nadie”, dijo. Se refirió al maltrato diciendo: “Cada padre tiene derecho a reprender a su hijo. Yo a mis hijos les pego con mucha lástima y con mucho dolor. Él conmigo no está dolido porque yo a mis hijos no los maltrato. Yo en la tardecita le di dos correazos porque no quería respetar a su mamá”, confesó el hombre señalando que no siente que haya hecho nada malo. MARCHA DE PROTESTA Los vecinos de la casa de Mauro están organizando para hoy a las 4 de la tarde una marcha de protesta en contra de los policías que están en el CAI de Garzones. Indican que no colaboran pese a que todo el mundo conoce quiénes son los ladrones y las bandas que causan alteraciones en el lugar. Indicaron que hoy llegarán hasta las instalaciones del comando de Policía para notificar al comandante, coronel Sergio López, de la actitud negligente de los policiales que están en el lugar aduciendo que pasan tomando cerveza y hablando con mujeres del lugar sin brindar mayor atención a los problemas de seguridad. Indicaron que jamás contribuyeron en la búsqueda del menor pese a que cientos de hombres salían por todos los rincones a ver si lo hallaban. El padre de Mauro dijo que la policía se enteró de su aparición porque él llegó hasta el CAI a pedirles que lo llevaran en una moto hasta la clínica más cercana toda vez que era día sin moto. Ante esta denuncia de la comunidad el comandante de Policía en Córdoba, coronel Sergio López, anunció investigaciones, mientras que Celso dice que teme por su vida pues no sabe realmente quién pueda estar interesados en hacerles daño.