“Aaaaay Dios mío, hasta que no se muera el primero la gente no va a aprender”, grita una usuaria de la ruta T101 de Transcaribe mientras el bus en el que se transporta frena abruptamente para no llevarse a tres señores mayores que cruzan repentinamente la avenida Venezuela, por fuera de la cebra, a la altura de la Torre del Reloj.
Estas expresiones de terror son comunes en los buses del Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM), la razón: la imprudencia de los demás actores de la vía, que aunque no deberían, usan el carril exclusivo o cruzan por él sin tomar las precauciones del caso. Los gritos son por miedo a atropellar a algún peatón imprudente, por el paso de ciclistas o el tránsito del carro, la buseta o hasta la carretilla y el vehículo de tracción animal por el solobús.
Hasta el jueves de esta semana, los accidentes por la invasión del carril exclusivo del SITM no había pasado de ser un susto. Alrededor del mediodía, la imprudencia de un ciclista dejó seis pasajeros lesionados, incluyendo el operador del bus de la ruta X106 Variante-Ternera-Centro.
El Universal se subió a un bus de Transcaribe que recorre toda la troncal del sistema, desde El Gallo hasta La Bodeguita, y aquí las imágenes que captó nuestro lente.
“LLegó la hora de sancionar”
Interrogado sobre cuál podría ser la solución a la invasión del carril exclusivo del sistema, el gerente de Transcaribe, Humberto Ripoll, aseguró que la respuesta es sancionar. “Es momento para empezar a imponer comparendos por las imprudencias. Ya hemos hecho bastante pedagogía, ha sido un trabajo intenso, y vamos a seguir haciéndolo, pero también hay que empezar a sancionar”.
Señaló que pese a la imprudencia, en Cartagena no se ha registrado ningún caso mortal, pero que es momento de tomar medidas. “La gente en su osadía solo cree que se expone a ellos mismos, pero realmente se está arriesgando la vida de quienes van dentro del bus, del conductor y del sistema”, explicó Ripoll.
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